El abogado Yashín Castrillo considera que las clases de educación religiosa católica apostólica y romana en todos los niveles del sistema educativo público deben cambiarse.
Castrillo les pide a los magistrados declarar inconstitucional el Manual Descriptivo de Especialidades Docentes con el fin de que se sustituya las clases de la religión oficial por una formación ecuménica, donde se enseñe valores universales comunes a todas las religiones que promueve nuestra Constitución Política como son el respeto, la dignidad de la persona humana, la paz, la solidaridad, pluriculturalidad y la diversidad.
Castrillo presentó una acción de inconstitucionalidad contra el manual que establece que la educación religiosa busca que los alumnos asimilen y hagan propio el sistema de creencias, juicios morales, normas de conducta y símbolos y ritos del credo oficial en nuestro país. Según la acción presentada, el abogado se siente discriminado por el sistema educativo por motivos religiosos; pidió a la Sala IV declare que lo establecido en el apartado 1 del Manuel Descriptivo de Especialidades Docentes es contrario al artículo 7, que se refiere a la jerarquía de las normas internacionales en materia de derechos humanos. Además al 28, que se relaciona a la autonomía de la voluntad, libre desarrollo de la personalidad; y el 33, que se basa en la igualdad y no discriminación.
Castrillo es conocido por su defensa a la diversidad; él presentó la acción de inconstitucionalidad contra los artículos del Código de Familia y el Penal, que imposibilitan el matrimonio entre homosexuales.
GRAVE ERROR
“Concluir que porque el artículo 75 de nuestra Constitución se consagra la religión católica, apostólica y romana como la oficial del Estado, la educación como servicio público deba incluir la enseñanza de esa creencia religiosa como una materia más en sus diversos ciclos, es un grave error”, destacó Castrillo. El recurrente explicó que la intención del Constituyente no fue que el derecho a la educación estableciera dentro de sus contenidos la existencia de una religión particular, a pesar de que el Estado costarricense se declare católico.
El abogado aclaró que quien estatuyó el artículo 75 del texto fundamental indicó el principio de libertad religiosa en los siguientes términos: “La religión católica, apostólica y romana es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres”, lo cual no se opone a la práctica o ejercicio de otros credos, finalizó Yashín Castrillo.
