Tres hombres y una mujer fueron detenidos por agentes de la sección de Asaltos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) luego de una serie de seguimientos que duraron cerca de siete meses, en los que recibieron al menos 17 denuncias por asaltos a clientes bancarios en diferentes partes del país.
Para cometer los violentos robos, los sospechosos usaban pelucas y en ocasiones pinturas para no ser identificados. Una de las víctimas calificó al asaltante como “estilo payaso”, debido a los polvos y peluca usados como disfraz.
Los sospechosos fueron identificados con los apellidos Sánchez Montes, de 34 años y catalogado como el líder del grupo. Este fue detenido en su casa de en Ocotal, Guanacaste.
Otros dos hombres de apellidos Delgado Mendoza y Carvajal Raya, ambos de 30 años, cayeron en Higuito de Desamparados y Hatillo, respectivamente. Finalmente una mujer apellidada Morgan Moya, de 53 años, fue arrestada en Quesada Durán, Zapote.
Jorge Chavarría, fiscal general de la República, informó que la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada y la sección de Asaltos del OIJ organizaron el trabajo de persecución a los sospechosos mediante cámaras de bancos y seguimientos a dos de ellos.
17 GOLPES EN TODO EL PAÍS
Luis Ávila, subdirector interino del OIJ, dijo que los asaltos comenzaban dentro de los bancos, cuando Morgan realizaba una diligencia en una caja y comenzaba a escuchar los montos de las personas que llegaban a la entidad.
Después de llamar a los compinches por teléfono, la mujer se iba y era cuando los sospechosos a bordo de una motocicleta cometían la fechoría.
“Recibimos muchas denuncias, los asaltos fueron cometidos por esta agrupación en sectores como Pérez Zeledón, Cartago, Heredia y San José. La banda actuaba con mucha violencia”, comentó Ávila.
El OIJ confirmó que uno de sus miembros murió la primer semana de diciembre del año pasado, frente a la Junta de Protección Social (JPS) en San José, cuando dos hombres en dos motos diferentes trataron de robarle el bolso a un vendedor de lotería.
Sin embargo el custodio del edificio usó su arma y disparó contra los asaltantes, matando a dos de los sospechosos.
En esa oportunidad el nicaragüense Edgardo Vanegas Morales murió al recibir cuatro disparos en la espalda y el costado derecho.
