Un grupo de militantes del Partido Acción Ciudadana (PAC), entre ellos los considerados del ala “ottonista” como la diputada Epsy Campbell y el exdiputado Manrique Oviedo, exigen a las autoridades del partido tomar medidas drásticas con los jóvenes que fueron separados del Gobierno.
En el documento, alaban la decisión del Presidente Luis Guillermo Solís, de no tolerar la presunta insinuación de la Juventud Progresista de pretender usar fondos públicos para beneficio partidario, e instaron al partido a replicarlo.
“Demandamos a la actual dirigencia del Partido Acción Ciudadana actuar de forma inmediata separando de todas las estructuras e instancias partidarias a las personas “envueltas desde el 11 de julio en una controversia pública relacionada con la divulgación de la minuta del grupo llamado Juventud Progresista, en el que se sugería la posibilidad de usar recursos políticos gubernamentales con fines partidarios” tal como lo resalta la Presidencia de la República en su comunicado”, señalan en el manifiesto.
Son claros, en señalar que con este caso hay una pérdida de legitimidad, del comité Ejecutivo Nacional, y de la Comisión Política, con manifestaciones dadas como las de la presidenta Margarita Bolaños.
Piden entonces que el Tribunal de Ética abra una investigación de oficio.
“El Tribunal de Ética del Partido, debe de tomar de oficio la investigación y la Asamblea Nacional tomar contundentes decisiones acordes con la ética proclamada por el PAC y llevar a cabo una investigación, de tal forma, que llegue a la verdad real y si lo planteado en el documento de “aprovechar los recursos políticos de gobierno para beneficio partidario y JP” ha implicado un entramado desde sus puestos en el gobierno para cumplir dicho fin”, acotaron.
El documento es firmado por una larga lista de militantes que suman años en el partido como los exdiputados Sadie de Maroto, y José Rosales, así como fundadores del PAC como Nuria Gutiérrez y Carmen Zeledón.
