Salvar una vida depende de la rapidez con que se atienda la emergencia
Decenas de emergencias se producen a diario en el país, por lo que es urgente que los servicios de atención, públicos y privados, establezcan una estrategia de respuesta a la cantidad abrumadora de solicitudes de ayuda que se enfrentan.
El Comité Americano de Trauma (Committee on Trauma of American College of Surgeons) estableció para la respuesta a emergencias extra-hospitalarias la “Hora de Oro” que son los primeros 60 minutos tras ocurrir algún incidente, en los cuales pueden revertirse las lesiones críticas de los pacientes politraumatizados. Esa hora es crucial para lograr el objetivo que siempre nos planteamos: salvar vidas.
En este contexto, es importante recordar algunas cifras que ponen sobre la mesa la importancia de que la reacción a los llamados de auxilio sea rápida y eficaz.
Los accidentes de tránsito se han constituido en la primera causa mundial de muerte por lesiones, la décima causa de todos los fallecimientos y la novena contribuyente a la carga de enfermedad mundial.
El 40% de decesos en trauma es en la primera hora de haber ocurrido el evento, (83% presenta lesiones potencialmente tratables). Del 25 – 35% de fallecimientos podrían evitarse con atención integral al trauma ¨rapidez en la respuesta, rapidez en el manejo en la escena, y un traslado a un hospital de primer nivel con personal socorrista entrenado.
La American Heart Association indica que la principal arritmia responsable de muerte súbita extra-hospitalaria es la fibrilación ventricular, que puede revertirse con una desfibrilación inmediata en los primeros 10 minutos hasta en un 85% de los casos, si se cuenta con un sistema de “primeros rescatadores entrenados” provistos de un desfibrilador automático externo quienes pueden llegar a la escena en 4 ó 6 minutos.
En este sentido, se deben establecer estándares de tiempos de respuesta que debe tener una ambulancia especialmente en los casos que se determinen por parte de los despachadores como emergencias. (Tiempo de Respuesta: Es el periodo desde la recepción de la llamada hasta que el equipo de emergencia extra-hospitalaria llega a la escena donde está el paciente).
Las ambulancias deben estar ubicadas estratégicamente en distintos lugares, que cubran la zona urbana y rural de nuestro país. Que su tiempo de respuesta no sobrepase los 15 minutos de recorrido.
Los estándares internacionales sugieren que los casos que se clasificaron y se declararon como emergencias deberían ser realizados en un tiempo menor a los 8 minutos. De hecho, hoy en día, en las ciudades más pobladas del mundo las ambulancias casi no pasan en las bases, sino en zonas específicas donde puedan responder rápidamente a los incidentes, esto también garantiza que los incidentes complejos o de grandes magnitudes sean asumidos y controlados por parte de las instituciones correspondientes más rápidamente.
También se debe tomar en cuenta dos aspectos más “Tipo y clase de ambulancias”, el servicio debe estar compuesto por ambulancias todo terreno, ambulancias de soporte básico (Primera respuesta) y ambulancias de soporte avanzado de vida, que serán las encargadas de la evaluación y traslado de pacientes críticos.
Estas ambulancias deben estar equipadas y con el personal idóneo, como todo lo que la ley de salud contempla en nuestro país. Si se considera que debe existir una ambulancia de Soporte Vital Avanzado (Paramédicos), 3 unidades básicas y una de Rescate Urbano por cada 20.000 habitantes.
Para poder valorar el tiempo de respuesta de las ambulancias se debe tomar en cuenta varios aspectos como: tiempo de activación del sistema de emergencias (9-1-1), tiempo de recolección de información y de decisión 0 a 1 minuto (Es el periodo desde que el despachador recibe la llamada, hasta el aviso a la ambulancia).
Aquí es donde el despachador juega un papel fundamental y prioritario en el sistema de emergencias, realizando una clasificación y priorización de envío conocido como (triage) esto nos permitirá determinar cuál será la ambulancia más adecuada para el servicio, teniendo en cuenta la ubicación, distancia, prioridad, disponibilidad), el tiempo de rodamiento de 8 a 15 minutos (kilometraje rodado – cantidad de vehículos en la vía – tipo de carretera), siendo estos últimos aspectos los que alargan los tiempos de respuesta de las ambulancias.
El 30% de las causas de demora de las ambulancias se debe a la lejanía de la ubicación del paciente al área geográfica que cubre cada ambulancia del servicio de emergencia, lo que se recomienda es que no sobrepase los 15 km2 lo que podría solucionarse con más unidades que disminuyen el área geográfica destinada para cada ambulancia. La segunda causa de demora la ocupa el tráfico vehicular con el 25%, debido a la falta de conciencia cívica de la población que no cede el paso a las unidades de emergencia, a pesar del uso de la sirena y luces de emergencia.
El tiempo de espera de una solicitud de ayuda de envío de ambulancia no debe ser mayor a los 5 minutos de ingreso de la llamada telefónica. El tiempo en escena de una ambulancia donde se aborda un paciente crítico lo ideal es que sea de 10 minutos, pero tenemos que preocuparnos de no sobrepasar los 20 minutos en el lugar. El tiempo de rodamiento hacia un hospital que reúna las necesidades de atención que este paciente requiere para su manejo integral no debe sobrepasar los 15 minutos. (Estándares según el Departamento de Transporte y la Administración Nacional de la Seguridad de Tráfico y Carreteras de Estados Unidos de Norte América).
Otra variable que pueden llevar a ser motivo de discusión es lo referente al tiempo de espera, es donde la ambulancia llega al domicilio o la dirección de la escena, pero no se tiene el contacto físico con el paciente, que en algunos casos es de 1 a 10 minutos, debido a que el paciente se encuentra en edificios, alamedas, en donde la ambulancia no puede llegar y es necesario que el personal se movilice con el equipo hasta donde está el paciente. O simplemente el solicitante de la ambulancia, brindó una dirección errónea.
Hoy soy consciente de que hay más demanda de atención médica y pocos los recursos de las instituciones o empresas privadas para hacerle frente a dichas solicitudes de ayuda, pero esto conlleva a ser profesionales y responsables en la respuesta a emergencias que damos a nuestra comunidad, debemos considerar y valorar algunos indicadores, como lo son: la proyección y educación hacia las personas de nuestras comunidades y las estrategias que emplean los servicios de emergencias para mitigar esas solicitudes de ayuda.
La experiencia nos indica que el tipo de gravedad de los pacientes que hacen uso del servicio de ambulancia no es de estado crítico y que con una atención rápida y calificada podría revertirse su estado de salud.
El hecho de que se garantice que una ambulancia de paramédicos privada o pública brinde asistencia a una población determinada va a ser muy beneficioso para las personas de dicho sector, por el hecho de que esto nos garantiza un mayor pronóstico de vida para nuestros familiares.
*Especialista en respuesta a emergencias
