Todos los días, desde hace cinco meses, Blanca Solano Delgado se ubica en la calle de la Coca Cola, frente a la oficina de encomiendas de Puriscal, en San José centro, desde las 7 de la mañana y hasta las 7 de la noche para ganarse el pan cuidando carros en la zona. Sin embargo, la señora dice no poder trabajar en paz porque es agredida de manera verbal y psicológica por una policía municipal, identificada con los apellidos Obando Vives.
Doña Blanca es nicaragüense, con 27 años de vivir en Costa Rica, dice sentirse como una costarricense más, y agradece al país la oportunidad que le da para salir adelante, junto con su hijo Jean Carlo Ramírez Solano, de 19 años, que le ayuda a trabajar a pesar de estar enfermo del corazón.
“Todo empezó a mediados de abril, cuando esa señora (Obando Vives), un día en la mañana, se acercó donde estaba mi hijo y empezó a decirle cosas para ofenderlo, yo ni siquiera sabía quién era, porque ella estaba vestida de civil. Ella se identificó como funcionaria de la municipalidad y una de las cosas que dijo era que por ser extranjeros no teníamos derechos en este país”. afirmó Solano Delgado.
Al parecer uno de los clientes de Blanca, que estaba en el momento, defendió a Jean Carlo ante la policía, quien le dijo que cuando volviera a pasar por la zona no los quería ver ahí.
ATAQUES VERBALES
Y PSICOLÓGICOS
El mismo día del primer acercamiento, pero en la tarde, la oficial volvió a llegar al mismo lugar, pero esta vez con la vestimenta que la caracteriza como policía municipal.
La extranjera, dijo: “La policía llegó y nos llamó a los dos desde la patrulla, mi hijo y yo nos acercamos, y nos dijo que mi hijo y yo no podíamos estar ahí, que el otro señor que se mantiene en la zona sí puede por que es tico, pero nosotros no teníamos derecho”.
“Los mismos compañeros de la oficial, que se mantienen cerca de donde trabajo, me dijeron que la demandara por abuso al tratar mal a mi hijo y a mí”, añadió. Según ella, Obando Vives le dejó claro en varias ocasiones que no le agradan las personas del vecino país del norte.
“Después del día que nos dijo que nos fuéramos, empezó a llegar a diario, le preguntaba cosas a la gente sobre mi hijo y yo, era como una persecución”, comentó Solano Delgado.
LA DENUNCIA
Ante las circunstancias, Blanca decidió denunciar la actitud de Obando Vives. La queja se presentó de manera formal ante Asuntos Laborales de la Dirección de Recursos Humanos de la Municipalidad de San José, bajo el expediente disciplinario administrativo 141-5-2015, con el apoyo de la Fundación para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (Fundeprode), quienes se encargaron de asesorar a Doña Blanca.
DIARIO EXTRA conversó con Hermes González y con el licenciado Eduardo Bermúdez Carrillo, presidente y abogado respectivamente de la Fundación que respalda a la inmigrante.
“Nosotros creemos que los derechos de las personas aplican en cualquier lugar, indiferentemente de si es su país de origen o no, cada quien tiene derecho a trabajar y ganarse la vida, eso es lo que vamos a defender siempre a quien nos lo solicite”, afirmó González.
La demandante dijo que todo se puso peor cuando la policía se dio cuenta de que había una denuncia en su contra, de manera constante pasa frente a Blanca y hace gestos de reto.
Obando Vives declaró según el expediente, que niega los cargos, y en ningún momento agredió a la persona que la acusa.
Ambas partes se hicieron presentes a una audiencia con sus respectivos testigos, se espera que en los próximos días haya una decisión sobre el caso en cuestión de parte de las autoridades municipales.
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CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Aguilar
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Miércoles 01 Julio, 2015
HORA: 12:00 AM
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