“La iglesia no está a gusto con el mundo y el mundo no está a gusto con la iglesia, el choque es frontal”, “el mundo cree que la felicidad se encuentra en el poder”, “tenemos que luchar por la defensa de la familia”.
Estas fueron algunas de las frases que caracterizaron el mensaje de monseñor Vittorino Girardi, obispo de la Diócesis de Tilarán durante la misa que se realizó ayer en la Catedral Metropolitana, como parte de las celebraciones del Día de San Pedro y San Pablo.
“Soy el obispo más viejo, seguro por eso me dijeron que diera este mensaje, ya más bien creo que pronto me retiro y me iré como portador de una verdad que no es la mía, la propuesta siempre debe ser Cristo, desde donde todos tenemos que empezar”, afirmó Girardi frente al altar mientras a un lado los observaba con atención el presidente Luis Guillermo Solís.
Tras el mensaje de la defensa de la familia, el mandatario hizo uso de la palabra sin referirse a los temas polémicos en enfrenta a la iglesia y gobierno: sociedades de convivencia y fertilización in vitro. Entre saludos y agradecimientos, Solís se refirió a la situación que enfrenta el país debido a las inundaciones y la pobreza. “Estamos preocupados por los más débiles, por los más desvalidos”, dijo Solís, quien no dejó de destacar los atributos del papa Francisco a quienes josefinos y visitantes le celebraron una gran fiesta de tradición y fe en la Catedral Metropolitana.