Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de San Carlos detuvieron a una mujer de 20 años y apellido Vásquez como sospechosa de la muerte de su hijastra de 3 años. El arresto se produjo cuando salían del cementerio donde enterraron a la menor en El Cruce de Altamira, Aguas Zarcas.
De acuerdo con el informe preliminar, el jueves 18 de mayo pasadas las 11 p.m. ingresó una llamada al servicio de emergencias 9-1-1, en la que se informaba de la muerte de la niña en una casa en Santa Fe de Aguas Zarcas.
FUERA DE LA CASA
Cuando llegaron los socorristas de la Cruz Roja revisaron a la pequeña, quien estaba frente a su casa junto a su madrastra, quien era la encargada de cuidarla y tras revisarla la declararon sin vida.
En principio se manejó el caso como una muerte natural, sin embargo al llegar los agentes del OIJ la llevaron a Medicatura Forense, como parte de los procedimientos de rutina.
En la morgue judicial le realizaron la autopsia y según el resultado, la menor presentaba varios golpes en diferentes partes del cuerpo que les indicaban a las autoridades la posibilidad de estar frente a un nuevo caso de síndrome de niño agredido.
De inmediato se determinó preliminarmente que la muerte era homicida y por eso fueron tras la madrastra, quien al momento de la muerte era la única persona que estaba con la niña.
Según el OIJ, “los agentes judiciales fueron informados del resultado preliminar de la autopsia e iniciaron las investigaciones del caso y según la información recabada mediante diferentes diligencias policiales trascendió que la mujer hoy detenida en apariencia agredía constantemente a la menor”.
REPUDIADA VIOLENCIA
La violencia contra la niñez no cesa y, lejos disminuir, el número va en aumento. Solo en 2014 se atendieron 2.949 niños agredidos, esto representa en promedio 245 por mes, 8 por día, según los datos de la Unidad de Trabajo Social del Hospital Nacional de Niños.
Los menores de edad se enfrentan a diferentes tipos de agresión; en primer lugar está la negligencia que se refiere a la falta de cuidado que termina en tragedia como quemaduras que perdurarán por toda la vida.
Pero también está la agresión física, que ha crecido en los últimos meses, en que parece que algunos familiares cercanos inclusive padres de familia se ensañan contra un menor.
EJEMPLO DOLOROSO
Como uno de los ejemplos más recientes y que dejó marcado a todo el país está el caso del pequeño de dos años en Los Chiles que era víctima de agresión constante y torturado con más de 8 agujas que le introdujeron en distintas partes del cuerpo, algunas de las cuales estaban herrumbradas.
La autopsia reveló que el niño falleció tras recibir un fuerte golpe en el abdomen, que le provocó daños irreversibles en el páncreas y fue tan violento que el cuerpo no resistió. Mostraba evidencia de golpes anteriores, además fue abusado sexualmente y estaba deshidratado.
Los presuntos responsables serían sus padres, un hombre de 41 años y una mujer de 16.
DAÑO IRREPARABLE
El infierno que viven muchos pequeños en nuestro país en medio del silencio y la imposibilidad de decir o dar alerta de lo que están pasando porque son muy pequeños es alarmante y según revelan las autoridades que atienden a la niñez, los casos más comunes son los que presentan el síndrome del niño sacudido.
Cuando se sacude con violencia a un bebé, su cerebro rebota contra el cráneo. Esto puede causar hematoma cerebral (contusión cerebral), inflamación, presión y sangrado dentro del cerebro. Según las autoridades, la madrastra al parecer hizo creer a las autoridades que la niña murió por causas naturales.
La sospechosa de este nuevo caso de violencia infantil fue puesta con un informe a las órdenes del Ministerio Público para que se determine su situación jurídica.
