Dos médicos escucharán hoy cuál será su futuro judicial, luego de que los jueces que llevan sus casos den a conocer la sentencia relacionada con una supuesta mala praxis que le habría ocasionado a un hombre la pérdida del tres por ciento de su capacidad general. El abogado de la víctima, Carlos Alberto Montero, pediría ¢60 millones como indemnización, además de un año de cárcel y cuatro de inhabilitación profesional.
Según consta en el expediente 08-002643-0396-PE, un médico especialista en urología de apellido Gómez, le detectó al ofendido de apellido Murillo, el 10 de mayo del 2007, una hernia en la parte baja derecha del abdomen por lo que se le remitió a cirugía.
Tres meses después, el 13 de agosto 2007 fue valorado por un especialista en cirugía general, de apellido Murillo y 11 meses después, el mismo doctor sin, presuntamente hacerle un examen le indicó que la hernia estaba en el mismo lugar pero al lado izquierdo. Ese mismo día, el 10 de julio del 2008, la supuesta víctima fue intervenida quirúrgicamente por el médico de apellido Cascante.
Según el demandante, en esa ocasión tampoco se documentó el examen clínico.
Como consecuencia de la supuesta mala práctica, Murillo asegura que le causaron un perjuicio a su salud, pues la cirugía realizada a nivel de la ingle izquierda conocida como “hernioplastía” no contaba con un diagnóstico médico que justificara su realización. Por tal razón se habrían afectado sus labores habituales y generado una incapacidad permanente que le provocaría la pérdida del tres por ciento de la capacidad general.
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CRÉDITOS: Fotos: Johnny Méndez, corresponsal
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Viernes 19 Junio, 2015
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