Canabus por un transporte público eficiente

El fenómeno que ya afecta a muchas ciudades del mundo también nos golpea en la cara en Costa Rica y nos muestra todos sus efectos: el colapso vial, la imposibilidad de movilización masiva sostenible y sustentable, los crecientes niveles de contaminación, los daños a la economía, la desesperación en las y los usuarios del transporte público y la afectación de la calidad de vida de todos los habitantes.

Diseñar un sistema de transporte público eficiente, que interconecte los distintos modos de transporte requiere, en países subdesarrollados como el nuestro, de las necesarias inversiones en infraestructura, además de la regulación que responda a una política de desarrollo y sin duda de la priorización del espacio vial.

¿Por qué hemos llegado a este caos? Porque nuestros políticos y gobernantes han sido incompetentes al no haber tomado a tiempo las acciones necesarias, entre ellas, el diseño y la planificación de nuestras ciudades con visión futurista, incompetentes también en programar las inversiones en infraestructura y en proponer y lograr un marco legal que garantice la movilización masiva y el uso de espacios públicos, la regulación e interconexión de los distintos tipos de transporte público y la educación de la ciudadanía para realizar los cambios necesarios.

El sistema de transporte público, que debe garantizar a los usuarios la posibilidad de transportarse en el menor tiempo posible a sus destinos, es hoy en día del todo ineficiente. De forma equivocada, las autoridades culpan al sector empresarial por este caos e ineficiencia, pero se les olvida que el deber de planificar el transporte público recae en las instituciones públicas y en los jerarcas, que en la mayoría de los casos solo llegan a administrar el estado de cosas, sin tomar decisiones transcendentales y visionarias.

¿De qué somos culpables los operadores en la industria del transporte? Somos responsables de no haber tomado un papel más activo ante la falta de actuación oportuna de los políticos. Somos responsables de no educar a la sociedad sobre esta problemática y sobre sus causas y de no haber arriesgado más informando sobre las inversiones para introducir nuevas tecnologías, en infraestructura y modernización, a pesar de la ausencia de una verdadera política pública para el sector.

Canabus ha asumido el reto y convoca a todas las fuerzas sociales y políticas a un foro donde se discuta toda esta problemática y en donde nazcan las bases para la construcción de una política pública visionaria de transporte que permita el desarrollo de un sistema de transporte público eficiente y que garantice una mejor calidad de vida para todos los habitantes.

Mientras esto no se concrete, llamamos la atención de todo el país sobre las ocurrencias y acciones aisladas de la Aresep, que pretende introducir un modelo tarifario que impactará negativamente en el desarrollo del transporte público y cuyo resultado no será otro que perpetuar el caos existente u otras intenciones que desconocemos, que sin duda terminarán afectando a los usuarios del transporte público por la desmejora del servicio y las malas condiciones técnicas, mecánicas y de confort de las unidades.

Por lo anterior, resulta aleccionadora la experiencia del vecino país de Panamá, donde el transporte público fue llevado a un caos, para luego permitir la concentración de las empresas y al final lo entregó a una sola empresa de capital panameño-colombiano.

Aún estamos a tiempo en Costa Rica, si actuamos responsablemente, para ello debemos imponernos el norte de definir como objetivo fundamental para el desarrollo de nuestra querida Patria, la construcción de un sistema integrado e inclusivo de transporte público que reúna los requisitos de calidad, eficiencia y sostenibilidad que las y los usuarios se merecen.

*Presidente Asociación Cámara Nacional

de Autobuseros (Canabus)

PERIODISTA: Alfredo Villalobos Salazar*

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Martes 16 Junio, 2015

HORA: 12:00 AM