Un informe de la Oficina de Asuntos Internos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), bajo el número 86-UIP-AI-2015, del 26 de mayo, dirigido al Lic. Luis Porfirio Sánchez Rodríguez, presidente del Tribunal de Inspección Judicial, y del cual DIARIO EXTRA tiene una copia, revela castigos y prácticas abusivas contra los propios policías de la institución, hay hechos que podrían enmarcarse como tortura.
Dicho informe se da casi a un mes desde la muerte del agente Jesús Andrés Vega Zúñiga, incidente que se dio en una capacitación no autorizada por la dirección del OIJ, en la Universidad Earth, en Guácimo de Limón, y que hoy deja entrever los tratos despiadados a los que son sometidos muchos de los agentes judiciales por parte de las jefaturas, con conocimiento de las altas jerarquías.
Tras conocer dicho documento, tal como lo informó El Periódico de Más Venta en Costa Rica la semana anterior, el Tribunal de la Inspección Judicial ordena suspender a cinco personeros de la policía, entre ellos tres jefes y dos instructores de unidad, pues se presume que presionaron al ahora fallecido a hacer actividades que desembocaron en su muerte y además sometieron al grupo oficial a tratos denigrantes antes y durante el entrenamiento, mismo que fue catalogado como de carácter militar.
Es tal la gravedad de los hechos que el informe cita que los agentes estaban bajo “régimen de terror”, así lo reza textualmente el documento emitido tras la investigación.
Tal magnitud toma este caso, pues la Inspección Judicial habla de una conducta deliberada de los jefes, ya que todos con conocimiento de los hechos permitieron prácticas extenuantes “que no tenían carácter formativo alguno”.
Para lograr tal detalle de los hechos fueron entrevistados al menos 12 funcionarios judiciales, cada uno explicó el desarrollo de la trágica práctica.
El documento detalla de manera textual que: “.. el 12 de mayo del presente año, llegando a ese lugar, al ser aproximadamente las 11:00 horas, siendo que, ese mismo día se dieron dos situaciones con respecto al grupo de participantes: La primera fue que el grupo se negó a cruzar un río dentro de las instalaciones de la Universidad Earth, en razón de que era de noche, estaba oscuro y la corriente estaba muy fuerte; y lo segundo que ocurrió fue que el grupo había dejado olvidada una cuerda en la casa de seguridad de la Earth, por lo que a la mañana siguiente, es decir el 13 de mayo del año en curso, cuando se presentó a esas instalaciones el Licenciado Roelis Reyes Pichardo, en horas de la mañana a supervisar la práctica, y se le puso en conocimiento de lo ocurrido, el mismo castigó al grupo diciéndoles que en castigo por lo de la cuerda olvidada debían todos realizar 150 pechadas, y una vez concluidas, Reyes Pichardo le propuso al compañero Vega Zúñiga que realizara 25 pechadas a un ritmo que él impuso, a cambio de que el grupo no realizara otras 150 pechadas por no haber cruzado el río, por lo que Vega Zúñiga se vio obligado a cumplir con lo exigido por Reyes Pichardo. Luego de haberles impuesto el anterior castigo, Reyes Pichardo le manifestó a todo el grupo, que todos los que ahí estaban se encontraban por su propia voluntad, excepto cinco funcionarios que habían sido obligados a asistir a dicha práctica por el propio Roelis Reyes Pichardo, específicamente los funcionarios Adán Mendoza González, Jason Díaz Pérez, Juan Pablo Barrantes Rivera, Jorge Salazar Bonilla y el fallecido Andrés Vega Zúñiga...”.
Menciona el texto: “Al día siguiente de ocurridos los hechos anteriormente narrados, es decir, el día 14 de mayo del presente año, pasadas las 8:00 p.m., el grupo de practicantes que se encontraba dentro de las instalaciones de la Earth se encontró en su recorrido con un río, el cual debían de cruzar para ubicar una coordenada, por lo que un agente de seguridad de la Universidad Earth, el mismo de nombre Eduardo Alfaro, les indicó que no iban a cruzar ese río en razón de que no quería ser responsable de la vida de nadie, por lo que en ese momento dos agentes de la Uprov, uno de nombre Anthony Fallas, y el otro de nombre Pablo Barrantes, manifestaron que ellos no sabían nadar, por lo que no pensaban cruzar, siendo que, en ese mismo momento, el ahora fallecido Andrés Vega Zúñiga manifiesta al grupo que él también desea abstenerse de cruzar el río, más sin embargo, según lo narrado por el testigo Mendoza Barrantes, el funcionario de la Uprov, Allan Moya, insistió en que debían cruzar, alegando que ya en una ocasión los habían castigado por no haber cruzado el río, y es en ese momento que Allan Moya amarró una cuerda, se lanzó y cruzó a nado hasta el otro lado para amarrar el otro extremo, luego pasó tres veces más para inspirar confianza al grupo, los cuales pasaron uno a uno sin problema.
Instantes después, el grupo intentó ubicar la coordenada pero no pudieron avanzar en razón de que el potrero al otro lado del río se encontraba inundado, al extremo que había zonas en donde el agua llegaba al pecho, por lo que se vieron obligados a regresar, y al regresar al punto donde habían cruzado notaron que dicho lugar estaba aún más inundado, tanto así que la parte central de la cuerda se encontraba cubierta en su centro por el agua, por lo que el resto del grupo se percató de que Andrés se estaba ahogando, fue entonces que otro funcionario de nombre Josué Morales se lanzó al agua para tratar de ayudarlo, pero no pudo sacarlo y seguidamente un segundo funcionario de nombre Adán Mendoza González también se lanzó, pero este último, al sentir que sus pies no le respondían por el frío que sentía, se devolvió y salió del agua...”.
LAS PRUEBAS
El documento señala que: “...Seguidamente, con respecto a los abusos físicos y psicológicos que denunciaron los funcionarios entrevistados ante la Dirección General de este organismo, se tiene que, conforme a las manifestaciones obtenidas, eran comunes los castigos físicos aplicados por Roelis Reyes Pichardo a sus subalternos, los cuales consistían en obligarlos a realizar ejercicios físicos extenuantes y agotadores, como pechadas, correr grandes distancias sin finalidad objetiva alguna, incluso, según dicen algunos entrevistados, los castigos que nacían de la inventiva del señor Reyes Pichardo estaban directamente relacionados a su estado de ánimo, es decir, cuando llegaba de mal humor era casi seguro que la emprendía en contra de sus subalternos, con la finalidad de 'reventarlos'”.
SÍNTESIS DEL CASO
“...En este caso en particular elementos de alerta más que suficientes para que la Jefatura de la Uprov desistiera de enviar a la citada práctica a la Earth al funcionario Andrés Vega Zúñiga, toda vez que tal y como lo señalaron la mayoría de los testigos entrevistados al efecto, Vega iba en una clara desventaja física con relación a la mayoría de los participantes en dicha actividad, comenzando por el hecho de que el mismo no tuvo tiempo suficiente para prepararse mejor de forma física, económica y psicológica, al punto de que el mismo así se lo hizo saber al propio jefe de la Uprov, Roelis Reyes Pichardo.
Además Vega era uno de los más vulnerables físicamente hablando, aspecto que era de sobra conocido por Reyes, pues en infinidad de ocasiones ya había observado que el desempeño físico del fallecido no era el más idóneo para someterlo a dicha práctica o a las otras, por lo que se establece que igual cuota de responsabilidad a los instructores Rodrigo Castro Solís y Manuel Roldán Calderón, designados por Roelis Reyes y Juan Flores Umaña, para efectuar y supervisar la citada práctica en la Universidad de Earth, en la que trágicamente culminó con la muerte del funcionario de la Uprov Andrés Vega Zúñiga.
Los funcionarios de la Uprov se sentían tan presionados y atemorizados de que Reyes se enterara de que no habían cruzado el río, por lo que antes de ser sometidos a un nuevo castigo físico, optaron por arriesgarse a completar la práctica cruzando el río, arriesgando todos ellos sus vidas.
Respecto a los manifestado por los funcionarios de la Uprov a la Dirección General de este Organismo, que eran víctimas de constantes abusos por parte de sus Jefes; siendo obligados a realizar todo tipo de ejercicios extenuantes bajo el mando de Reyes, así como prácticas sin sentido de formación. Por lo que la prueba testimonial señala que los agentes de la Uprov fueron víctimas de abusos psicológicos y físicos, que en algunas ocasiones los hicieron hasta vomitar.
Los relatos de los agentes fueron coincidentes, por lo que se considera que lo narrado es verdad”.
