Un proyecto emprendido por Misión Tiburón y la fundación MarViva pretende monitorear el comportamiento de los tiburones nacidos en el Golfo Dulce.
Para esto expertos realizan el procedimiento conocido como marcaje, que les permite visualizar los lugares a los que los especímenes migran y con esto dar recomendaciones a los actores sobre el manejo de las especies.
“Aquí hemos estado trabajando con el tiburón martillo, que es una especie emblemática. Hasta la fecha hemos marcado 25 tiburones (la meta es 35) y se han instalado 12 receptores de información”, indicó Andrés López, director de Proyectos de Misión Tiburón.
El marcaje consiste en la implantación de un chip en el abdomen de los tiburones, mediante un procedimiento sencillo, para luego monitorearlos con la información recopilada en los receptores. El Proyecto Golfos en conjunto con Misión Tiburón empezó hace aproximadamente 8 meses.
“En años anteriores Misión Tiburón venía trabajando en estos procesos de marcaje. Ahora, con su entrada en el Proyecto Golfos, ha incrementado la cantidad de especímenes marcados y el número de receptores, lo que significa que se puede tener un seguimiento más fiel de los tiburones y mejores conclusiones”, explicó Erick Ross, de MarViva.
El proyecto se ha concentrado en el área que va desde Corcovado hasta Punta Burica y tiene conexión con receptores en Panamá y Colombia, lo cual permite que si las especies marcadas adultas migran a estos lugares se tenga información de ellas.