Durante ocho días, sentado en una silla y con su mano izquierda quebrada, esperó un adulto mayor la atención en el servicio de emergencias del Hospital San Rafael de Alajuela. En medio del dolor, tras una paciencia franciscana y resignado por no encontrar cura a su mal, se levantó y se fue para su casa.
La paciencia y la indignación se sumó a la razón y por eso fue a la Sala IV y presentó un recurso de amparo contra el centro médico, el cual declararon con lugar los magistrados mediante el voto 2015-07352.
“La Sala estimó contrario a la dignidad humana haber sometido a un paciente adulto mayor, con una fractura de atención de emergencia que le causaba dolor, a permanecer en esas condiciones sentado en una silla por ocho días ante la falta de espacio físico para su ingreso”, detalla la resolución.
Los magistrados también dispusieron que el hospital de Alajuela debe coordinar la inmediata valoración del paciente para determinar la terapia que necesita y programar la cirugía dentro de un plazo no mayor a 15 días.
Además, se ordena a la junta directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) abrir una investigación disciplinaria sobre los hechos que se dieron para que se presentara el amparo.
El maltrato e irrespeto a un adulto mayor en el Hospital San Rafael de Alajuela no es un hecho aislado, según las estimaciones del Consejo Nacional de la Persona Mayor (Conapam) en lo que va del año las denuncias sobre maltratos y soledad van por 700.
Además, se indica que entre otras formas de violencia contra los hombres y mujeres mayores de 65 años, se encuentran: dificultad de acceso al régimen no contributivo de pensiones, el trato inadecuado de envejecimiento en los servicios de salud, falta de seguridad, lento proceso de cambio en los servicios públicos y sociales, así la poca fiscalización que hay ante las denuncias por maltrato en los hogares y centros de cuido.
