Hoy se realizará en San Ramón la audiencia preliminar donde se conocerá si los jueces que llevan el caso del crimen de la enfermera Grace Gómez Matarrita, de 39 años, ocurrido hace 6 años en un lavacar en Barranca, Puntarenas, deciden si debe ir nuevamente a juicio.
Dos supuestos sicarios nicaragüenses de apellidos Morales y Espinoza y de una mujer apellidada Álvarez fueron condenados a 35 años de cárcel, pero el caso fue apelado y ahora habrá que esperar.
Durante las audiencias anteriores, en el por tanto dictado el 16 de febrero, ordenaron “...emitir un testimonio de piezas para que el Ministerio Público investigue la posible participación de un médico de apellido Muñoz (sospechoso) en los hechos que acá se conocieron”.
DINERO SOSECHOSO
Según el análisis del Tribunal, en los hechos probados se indica que “fue posible ubicar un fajo de billetes que sumaban un total de quinientos mil colones; este fajo tenía los sellos del Citibank, con fecha 26 de agosto del 2009, aunado a lo anterior, se encontraba un comprobante de retiro por la suma de un millón quinientos mil colones que realizó el doctor Muñoz, en dicho banco.
Asimismo, corroboraron en esa entidad financiera que la sucursal donde se realizó la transacción es la que se localiza en Alajuela, logrando obtener el video en el que se aprecia tanto a Muñoz como a Ángela Álvarez Alpízar, al momento de retirar el dinero”.
Además de este hecho, los jueces destacan la comunicación que hubo entres estas dos personas minutos después del homicidio, versión corroborada por el agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) durante las audiencias.
“... Por medio de radiobases se identificó que el día del evento existió actividad telefónica entre Ángela Álvarez Alpízar y Muñoz, las radiobases primero los ubican en Esparza, aproximadamente 25 minutos después los colocan en Barranca, hasta cerca de las 8 de la noche, condiciones espacio temporales en las cuales ocurrió el homicidio”.
SEGUNDO JUICIO
Esta es la segunda ocasión en que se realiza este juicio. La primera sentencia fue apelada, por lo que el Tribunal de Apelación de San Ramón giró el reenvío, es decir se realizará un nuevo proceso. En esa ocasión los jueces confirmaron la sentencia máxima por 35 años a tres personas.
TRIÁNGULO AMOROSO
El triángulo amoroso entre el médico (casado y padre de dos hijos), la enfermera y la condenada quedó expuesto en el proceso porque “...la imputada Ángela Álvarez Alpízar mantuvo una relación sentimental con el Dr. Muñoz y este a su vez con la ofendida...”.
Gómez era enfermera en el Hospital Monseñor Sanabria, en el que trabajaba el doctor, pero al mismo tiempo laboraba para él en su clínica privada, a partir de las 4 p.m.
Según el investigador judicial que llevó el caso, el galeno les dijo que tenía una relación con Gómez, “que iban a unas cabinas varias veces por semana donde tenían relaciones sexuales”.
De acuerdo con su declaración, el domingo 13 de setiembre de 2009, el mismo día del homicidio, ambos se vieron. “Él la fue a recoger al lavacar y cuando la fue a dejar, lo hizo frente al hospital (Monseñor Sanabria) para que tomara un taxi”.
En esa noche lluviosa Gómez se dirigió hacia su vehículo, como lo hacía con frecuencia, ya que solía estacionarlo en ese lugar que estaba frente a la clínica privada del doctor Muñoz.
“Yo me quedé ahí alumbrándola porque estaba todo oscuro y después apagué las luces. Acomodé el dinero cuando escuché a gente correr, un grito femenino, varias detonaciones y dos sombras salir del lugar”.
