Gonzalo Ramírez, diputado del partido Renovación Costarricense, aseguró que el gobierno no trabajó en las prioridades, según explicó en su discurso del 1 de mayo.
“Debió prestar especial atención a definir un rumbo en infraestructura, un cambio para combatir la pobreza y para generar empleo. Debió trabajar por impulsar el crecimiento de la economía”, comentó.
Ramírez aseguró que el gobierno de Luis Guillermo Solís se quedó en diagnósticos, completando gestos simbólicos y ceremoniales. “Fue reactivo. Le falta coordinación y no ha generado las respuestas que el país necesita.
Este gobierno tiene al país pendiente de un hilo. Las decisiones políticas del Poder Ejecutivo nos tienen en una gran incertidumbre”, explicó el legislador.
Además resaltó el divorcio que existe entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa. Comentó que eso ha sido negativo.
Dijo que también existe una descoordinación y contradicciones severas en el Ministerio de Transportes, y como si fuera poco, hubo una gran impericia en la organización del Festival Internacional de las Artes (FIA).
“La debilidad en la toma de decisiones importantes en el sector de vivienda. Son ejemplos de una mala administración que se suma a la falta de transparencia, sinceridad y falta de definición”, sentenció.
Fue enfático al decir que no apoyará el paquete de impuestos que impulsa el Ejecutivo “porque antes de poner cargas en las espaldas de los trabajadores, el gobierno debe reducir sus gastos superfluos y ser más eficiente en la recaudación de los impuestos ya existentes”.
Ramírez explicó que desgraciadamente, después del primer año, el PAC demostró que “no tenía los mejores, la mejor gente, ni las mejores propuestas”.
