¿Dónde quedó la ciencia?

Ante los desafortunados acontecimientos que provocaron la escisión de dos jerarcas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), así como ante la necesidad de nombrar sus reemplazos, convendría hacer algunas consideraciones sobre la importancia de ese ministerio y el perfil de liderazgo que se requiere para dirigirlo.

El Micitt es uno de los ministerios más estratégicos para el desarrollo del país. Tiene un papel preponderante en liderar el camino de Costa Rica hacia una sociedad del conocimiento y la innovación, cuyos frutos incluyen el incremento de la competitividad, la generación de trabajos sofisticados, dignos y bien remunerados, así como el disfrute de una vida equilibrada y próspera por parte de la ciudadanía.

Sin embargo, es difícil que esto lo pueda lograr por sí mismo. Por lo tanto, el Micitt debe convertirse en un orientador y articulador de las acciones de la academia, el sector privado, el gobierno y la sociedad civil en estos temas.

Debe incentivar, directa e indirectamente, la integración del conocimiento a la base productiva del país, fortalecer el desarrollo y uso de nuevas tecnologías así como promover la innovación y el emprendimiento.

El Micitt es más que telecomunicaciones. Ciertamente el traslado del Viceministerio de Telecomunicaciones fue una decisión acertada. Sin embargo, hay que tener presente que, desde una perspectiva más amplia, las telecomunicaciones constituyen una tecnología más a fortalecer. Lo mismo debe hacerse con la biotecnología, la nanotecnología, el internet de las cosas, las redes inteligentes, la microelectrónica, la robótica, la analítica de datos, la inteligencia artificial y muchas otras tecnologías emergentes.

Sin duda las telecomunicaciones tienen un aporte importante a la economía y la generación de empleos, por lo que es urgente atender grandes pendientes en el tema de regulación. Sin embargo, el gran desafío del sector debería enfocarse en planificar la transición a la siguiente etapa: más orientada a la generación, difusión y apropiación de contenidos en beneficio de las personas, los sectores productivos y el país. Por eso, deben tomarse con cautela las exigencias de ciertos gremios y empresas para el nombramiento de los nuevos jerarcas, evitando que la acción del Micitt se circunscriba a un solo tema.

Entonces, ¿qué perfil debería tener un líder del sector en la era del conocimiento? La respuesta no es sencilla, pero dada la estrecha interacción con otras áreas como educación, energía, salud, ambiente, agricultura, y economía, entre otros, es necesario que tenga conocimientos sobre estos temas.

Esto debería ser complementado por otras destrezas y habilidades personales, quizá más importantes, como la capacidad para inspirar, la valentía para tomar decisiones, el trabajo en equipo, la integridad, la visión de mundo, la negociación, el pensamiento lógico y prospectivo, el manejo de conflictos, el optimismo y la perseverancia.

Muchos costarricenses cuentan con ese perfil. Ahora, resta que el Presidente los encuentre y que ellos acepten. Eso sí, debería advertírseles que el Micitt es uno de los ministerios con menor presupuesto, cuyo margen de acción es reducido. Que la designación estará acompañada de un intenso escrutinio público y privado, muchas veces enfermizo. Que automáticamente se adquirirán epítetos despectivos, sean ciertos o no y que tendrán a su cargo subalternos con menos responsabilidades y el doble de salario.

A pesar de esto, el país requiere de líderes y patriotas dispuestos a asumir el reto. Presidencia debería corresponderles con respaldo total y con el compromiso de un mayor apoyo al sector.

*Doctor en ciencias,

ex viceministro del Micitt

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Miércoles 29 Abril, 2015

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Keilor Rojas Jiménez* / [email protected]