Francisco Madrigal, jefe del Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derecho Humanos (Cipac) -instancia que promueve la erradicación de la discriminación por orientación sexual-, tachó de inmoral la actitud del diputado cristiano Fabricio Alvarado de alertar sobre la política contra la homofobia que se promueve en gobiernos locales.
Tal como informó DIARIO EXTRA, Alvarado hizo circular una carta a las 81 municipales, solicitándoles que antes de aprobar la política que impulsa Cipac, consulten la posición de las iglesias para dar garantía que no se afecte la libertad de religión y de culto.
El diputado mencionó como ejemplo el temor a que en los cantones donde se apruebe, los pastores o sacerdotes no puedan predicar sobre la homosexualidad, porque entonces consideren ofensivo decir que es pecado.
Madrigal insistió en que el legislador trata de meter miedo a la población con una política que se fundamenta en el decreto del Día Nacional contra la Homofobia, por lo que califica de irresponsable las medidas de congresista. Al respecto, el diputado sostuvo: “Pareciera que don Francisco no leyó la carta, no estamos metiendo miedo, lo que queremos es que se amplíe esa iniciativa (a otros sectores) y que no se discrimine (...) Demuestra que estos grupos tienen un problema serio de intolerancia, cuando alguien cuestione sus acciones, seguiré en mi labor de asegurarme que estas políticas no vengan a menoscabar la libertad de conciencia”.
El jefe del Cipac también señaló que seguirán en su trabajo de convencer a los gobiernos locales para que apliquen esta práctica contra la discriminación, en la que personas homosexuales puedan acceder a los servicios de las municipalidades y las comunidades.
“Este ejercicio jamás violenta la libertad de culto o religiosa”, concluyó Madrigal.
