Visitó a los enfermos, ofició una misa en el Parque Metropolitano La Sabana, tuvo un encuentro con las religiosas y jóvenes; luego estuvo en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. Todo eso lo hizo en un día Juan Pablo II, quien luego de 32 años es recordado por un país que lo amó.
“Su visita fue un motivo muy especial para despertar vocaciones y además muy importante en la participación eclesial y visión de la Iglesia. Marcó el caminar de muchos jóvenes”, destacó el arzobispo de San José, José Rafael Quirós.
Juan Pablo II llegó a Costa Rica el 2 de marzo de 1983 y al día siguiente partió hacia Nicaragua. En su paso por el Hospital Nacional de Niños saludó a los pacientes y transmitió sus saludos a los menores diciendo: “Un cariñoso abrazo en el que incluyo también a todos los niños que sufren en sus hogares o en otros centros hospitalarios y a todos los enfermos adultos, que en vuestras casas o en otros centros sanitarios, padecéis el peso de la enfermedad”.
Karol Wojtyla fue recibido por lo ticos con una gran expectativa pues era la primera vez, en casi los 2 mil años de la Iglesia católica, que un pontífice tocaba tierra patria.
A Wojtyla le dieron la bienvenida en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría el expresidente Luis Alberto Monge, ministros, diputados y autoridades de la Iglesia; se le construyó un vehículo blindado que todavía se conserva en las bodegas del Museo Nacional.
32 años después 25 jóvenes conservan en su corazón el encuentro que sostuvieron con Su Santidad, quien recibieron el llamado para luchar contra el odio y la violencia que imperaban en el istmo.
