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Sucesos

“Sueño que me apuñala y pringa paredes con sangre”

Mujer atacada por dos hombres en su casa

  • Íngrid Villegas Salazar pide que le hagan justicia

  • Copia la denuncia del expediente 13-000625-1275-PE

  • Un cuchillo como este es el que no olvida la afectada

Hatillo 5.- Una mejenga de barrio donde estaba uno de sus nietos se transformó en una tragedia para Íngrid Villegas Salazar, vecina de Hatillo 5. 

 

Al final de la alameda donde vive, en setiembre del 2013 uno de sus nietos jugaba bola, con tan mala suerte que tras un patadón la pelota golpeó el portón de un enfurecido vecino. 

 

Ahí empezó el sufrimiento para esta mujer, madre de 2 hijos y abuela de 4 nietos.

 

¿CÓMO EMPEZÓ TODO?

 

“Eran como las 4:30 de las tarde y mis nietos estaban jugando bola con otros chicos a la vuelta de la casa. En la esquina vivía un colombiano y ellos le pegaron la bola en el portón. Él salió y ofendió a mis nietos y a los otros niños. Los trató supermal, de que los iba a matar. 

 

Cuando mi nieto vino y me dijo que les había dicho eso salí, fui y le pregunté cuál era el problema. Entonces me trató con unas palabras que hasta vergüenza me da repetirlas, asquerosas, y me dijo que me iba a matar”, cuenta angustiada.

 

Ante esto ella decidió ir a interponer la denuncia, pero a los pocos días después le sucedió lo que no le desea ni a su peor enemigo. Cuenta que se topó con aquel vecino y que este le hizo señas con las mano, semejando un arma que disparaba, con el dedo pulgar arriba y el índice estirado, pero jamás pensó lo que venía.

 

TARDE TORMENTOSA

 

Nos remontamos al 21 de setiembre del 2013 y ella recuerda que estaba en el portón de su casa junto a su hija, que recientemente había dado a luz. Un carro se parqueó y dos tipos se dirigieron a su casa.

 

“Uno de ellos llegó, se iba a meter, le puse la mano en el pecho y le dije: '¿Para dónde va usted? Esta es mi casa'. Me dice: 'Quite' y logró entrar a la casa. Me corrió y me dio un manazo que me rajó el labio, me partió un diente y me tiró en el suelo.

 

Donde yo caigo al suelo el (antisocial) pequeño se vino y me pega dos patadas por la costilla y saca un cuchillo. No se me olvida, era un cuchillo tipo Rambo porque tenía piquitos y todo. Donde me va a dar con el cuchillo yo reacciono, levanto los pies y le pego una patada por el estómago. Yo estaba boca arriba.

 

Uno los vecinos se peleaba para que el otro no entrara. Cuando un vecino vio que le estaban pegando al hijo soltó al que me estaba dando de patadas y se le guindo del cuello y ayudó a que él no me hundiera el cuchillo. Yo gritaba: 'Me van a matar, me van a matar. Ayúdenme'”.

 

NIETO LA DEFIENDE CON TUBO 

 

En eso su nieto de 13 años recordó que en la casa tenían un tubo y se lo pasó al hijo de un vecino, que le empezó a dar por la espalda al agresor. 

 

Al oír los gritos, todos los vecinos se acercaron y los sacaron a patadas. “Les dieron una que no era para menos. Los dos entraron, uno quedó en el corredor, el más grandote, el pequeñito fue el que me atacó con el cuchillo”.

 

“ESTO ME TIENE MAL”

 

El tema la tiene muy afectada, según el relato de la víctima. “Si veo un carro extraño y estoy en el corredor me meto soplada porque tengo temor de que vienen hacia mí. Si veo que pasa alguien extraño frente a mi casa me meto porque siento que alguien me va a pegar un balazo”.

 

Nos surge la pregunta: ¿Le ha costado dormir? “Uuuu... Totalmente. Por mi madre, usted no se imagina todo lo que yo he sufrido por las noches. Cada vez que cierro los ojos me logro acordar. Lo que no me puedo quitar de la mente es el cuchillo, no puedo”.

 

VE LA MUERTE, LA SANGRE
Y A FAMILIA LLORÁNDOLA

 

Villegas amplió al punto de que ve el momento en que la asesinan a punta de cuchillo. “Lo veo a él, no se me olvida que andaba los ojos rojos, rojos y era un tipo crespo, con el pelo alborotado. Tenía una cara de demonio, donde me iba a clavar el cuchillo.

 

Me despierto y le digo a mi esposo: 'Estaba recordando lo que pasó' y él me dice: 'Tranquila ya pasó', pero yo le digo que no puedo olvidarlo. Es más, he soñado donde en ese momento me matan y en el sueño he logrado ver a mis hijos y a mis nietos llorando encima mío. Usted no sabe qué triste. Eso ha sido traumante. (Se le quiebra la voz.)

 

Me sueño donde él me está dando puñaladas, me está matando y yo estoy viva viéndolo a él encima mío donde me apuñala y me apuñala y pringa las paredes de sangre. Y veo a mis hijos llorando encima mío y lo veo a él donde está apuñalándome y mis hijos llorando. Es algo que no se me borra de la mente”.

 

Regularmente Villegas se acuesta entre 1 y 2 a.m. y se levanta de madrugada a tomar agua o café, muy inquieta. Agrega que volvió a toparse a ese hombre, que ya se fue del barrio y que intentó sacarle un arma. Asegura que a su nieto “lo correteó para agarrarlo del cuello”.

PERIODISTA: Alejandro Fonseca

EMAIL: [email protected]

Viernes 27 Febrero, 2015

HORA: 12:00 AM

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