Posiblemente sea uno de los implementos menos usados cuando de ir a la playa o piscina se trata. En la maleta nunca falta el bloqueador, bronceador y gafas, sin dejar espacio para los tapones, los cuales se encargan de cuidar sus oídos que tanta atención necesitan más si usted es una persona que le gusta nadar o jugar en el agua. De acuerdo con Heileen Durán, del laboratorio J.R. Audiología, lastimosamente este descuido puede generar infecciones que no son temporales, comprometiendo otras partes del cuerpo. “Una de las principales consecuencias es la infección como la otitis externa o, mejor conocida, como oído de nadador, es una infección que se hace en el conducto auditivo externo, el que comunica la oreja con el tímpano -ahí se traducen todos los sonidos-.
Esto porque hay una proliferación de hongos o bacterias por la humedad”, dijo la especialista a DIARIO EXTRA. El principal malestar es la otalgia (dolor de oído). Cuando se presiona la oreja o al masticar, en estos casos el dolor es considerable.
También hay hinchazón, sensación de taponamiento o presión, producción de pus, disminución del sonido y, en algunos casos, fiebre.
ESO QUE LLAMAN OTITIS
El nombre es poco conocido dentro del vocabulario, sin embargo es tan común en estas fechas de vacaciones. La otitis externa, conocida también como oído de nadador, es una infección del conducto auditivo externo (CAE), el tubito que conduce los sonidos desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano.
Esta puede ser provocada por diferentes tipos de bacterias y hongos. Quienes se ven afectados son, principalmente, los que han buceado o nadado durante largos periodos, principalmente en lagos, ríos o mares. mCuando existe mucha humedad en el oído, la piel que recubre el interior del conducto auditivo irritándolo y lesionándolo. Tal vez puede pensar que los tapones más que una necesidad son un lujo, no obstante los especialistas hacen un llamado para evitar malestares que pueden entorpecer las vacaciones que tanto esperaba.
¿DÓNDE LOS CONSIGO?
“Son hechos a la medida. En el momento que visite al especialista se toma una impresión del oído, que es una medida exacta, eso lo hace el audiólogo con un material que es como silicón. Se manda a hacer al laboratorio que se encarga de hacer el molde y pueda sellar el conducto”, comentó Durán.
Estos se colocan en el canal auditivo externo para evitar el ingreso de agua ya sea del mar, río, piscina, inclusive de ducha. No es una prenda incómoda, pues su material es suave y fácil de manipular, además de que hay para todas las edades.
