Editorial
Es realmente acongojante saber que una persona murió producto de un incendio, pero es aún más doloroso saber que quien perdió la vida fue un niño; criaturas inocentes que por lo general pagan los descuidos de los adultos.
Las estadísticas dicen más que mil palabras, pues según los reportes del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica las víctimas principales de estos sucesos son los más pequeños de la casa.
De los 13 fallecidos del 2014 seis fueron menores, lo peor es que esta cifra es la más alta de los últimos 5 años, lo cual debería hacer que pongamos las barbas en remojo y tengamos más cuidado para evitar los decesos de estos angelitos.
Pero no todo es malo, el año anterior fue cuando menos muertes se registraron, pues en 2013 fallecieron 23 personas en incendios, en 2012 se perdieron 21 vidas y en 2011 esta cifra fue de 15 seres humanos.
Sin lugar a dudas muchos de los siniestros pudieron prevenirse y hoy no se estarían llorando la pérdida de vidas ni cosas materiales, que a muchos les ha costado gran trabajo y sacrificio; pero los descuidos, el exceso de confianza y pensar “a mí no me va a pasar” a veces se paga sumamente caro.
Hay que entender que por más bien portados que sean los pequeños estos de ninguna manera deben quedarse solos, porque una desgracia pasa en cualquier momento, además ante estas situaciones muchos ni siquiera saben cómo reaccionar, lo que provoca que vayan hasta los lugares donde más peligro se presenta.
Una de las primeras medidas a tomar es no dejarles cerca encendedores, fósforos o cualquier líquido inflamable porque ellos por una travesura pueden provocar una desgracia de la cual se pueden lamentar la pérdida de vidas. Al ser tan inocentes muchas veces no miden los peligros a los que están expuestos.
Los adultos debemos extremar las medidas de prevención, no solo para evitar estos accidentes sino para proteger la vida de los consentidos de la casa, por lo que no nos cuesta nada revisar las instalaciones eléctricas cada cierto tiempo.
En caso de que usted sepa que las conexiones eléctricas de su vivienda no se encuentran en buen estado o están pegadas a las casas vecinas, haga el propósito de mejorarlas o ponerse en regla, porque piense que si hay un incendio no solo se ve perjudicado usted, sino todas aquellas personas que viven cerca.
Dejemos de ser negligentes y evitemos más muertes de inocentes para este 2015, no seamos parte de las estadísticas que hacen sufrir a más de una familia en el territorio nacional, recordemos que de nada sirve llorar sobre la leche derramada, cuando tuvimos en nuestras manos evitar una desgracia.
Usted como adulto tiene el deber de portarse como la gente y no dar un mal ejemplo, así que nada de jugar con candelas, líquidos inflamables, encendedores, candelas y cualquier otra cosa que pueda provocar un incendio, pues ellos al ver que usted lo hace piensan que está bien hecho.
