¿Cannabis medicinal y cáñamo industrial, beneficiosos para Costa Rica?

Actualmente en la Asamblea Legislativa por convocatoria del Poder Ejecutivo, se puso en discusión el proyecto de ley 19.256 presentado por el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) y médico, Marvin Atencio. Este se titula “Ley para la investigación, regulación y control de las plantas cannabis y cáñamo para uso medicinal, alimentario e industrial”, y pretende en primera instancia desmitificar la negativa concepción nacional sobre el tema. En Costa Rica el cannabis y cáñamo están regulados por la Ley General de Salud y la Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas. Éstas prohíben su consumo y cultivo, asimismo su tráfico está penalizado. Esta atmósfera legal responde a la catalogación internacional de esta planta como un estupefaciente y psicoactivo que con un consumo irresponsable puede causar problemas de salud, así como por la fuente de recursos que esta significa para el crimen organizado.

Sin embargo, en los últimos 25 años se han intensificado los estudios científicos que demuestran que el cannabis y cáñamo poseen significativas propiedades medicinales, alimenticias e industriales. En la parte medicinal, la Dirección de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos ha recomendado el uso de cannabis para tratar las náuseas; el Centro para la Investigación Médica sobre la cannabis en la Universidad de California, descubrió su efectividad para tratar neuropatías como la esclerosis múltiple y la fibromialgia. Igualmente el British Medical Journal publicó una investigación sobre las propiedades antinflamatorias de la marihuana que inciden en una menor presencia diabetes tipo II en quienes la consumen. Además, el cáñamo (variedad de la planta cannabis y fibra obtenida de ella) ha logrado ser útil para usos textiles y cosméticos, así como alimenticios al ser rico en grasas y proteínas. Basado en estos y otros tantos estudios, algunos países o parte de ellos han decidido legalizar o despenalizarlos a nivel medicinal y/o recreativo.

En el caso de Costa Rica, con el proyecto de ley 19.256 no se pretendería legalizar para fin recreativo. Esto es respaldado por la prohibición al fumado del cannabis que estipularía la ley (sería distribuida en pastillas, nebulizantes, cremas, jarabes, etc.), así como por la composición química que éste tendría. Según Atencio, hay alrededor de 400 partículas en una molécula de cannabis, pero se han estudiado principalmente 3: CBD, THC y el THCA. El que se cultivaría sería manipulado para que concentre mayormente THCA, el cual es curativo pero no psicotrópico. Igualmente éste contendrá un 21% THC (cantidad considerada no adictiva) y 1.5% de CBD.

De acuerdo con el diputado del PAC, el Instituto de Investigaciones, Regulación y Control de la Cannabis y el Cáñamo (IIRCA) será el ente encargado de aplicar la ley sí esta se aprueba. Esto según la Convención Única de 1961 de las Naciones Unidas que establece la creación de una institución estatal para que cumpla tal labor en los Estados donde se apruebe el uso de cannabis medicinal. Dicho ente controlará los mecanismos de concesiones, entrega de licencias, la administración de los dispensarios y la aprobación de los estándares de calidad de los productos. Igualmente podrá autorizar y certificar las concentraciones de psicoactivos como THC y CBD que tendrá la cannabis y el cáñamo. Además tendrá la función de establecer sanciones para quienes no se apeguen a los lineamientos de la ley. A su vez coordinará con otras instituciones públicas o privadas, sean nacionales o extranjeras para formular y aplicar políticas públicas que garanticen su buen accionar.

Dentro de los beneficios que tendría para el país está el medicinal, ya que se tratarían enfermedades como el cáncer que actualmente se hace con morfina, el cual es un analgésico adictivo (el cannabis medicinal no tendría estas propiedades según lo explicado anteriormente) y con mayores efectos secundarios. También se podría usar en contra de la diabetes, enfermedad que padece medio millón de habitantes y causante del 50% de amputaciones en el país según la CCSS. En cuanto a la parte investigativa, habría un gran aporte debido a que el país podría especializarse en la búsqueda de nuevos tratamientos para distintas enfermedades, así como explotar el uso alimenticio e industrial del cáñamo.

Por último, en materia económica según Atencio, a raíz de la ley se crearían alrededor de 5.000 empleos directos y entre 8.000 y 12.000 empleos indirectos gracias a las actividades de producción, distribución e investigación de las plantas. Además, de acuerdo con El Financiero, suponiendo que los 42 acreedores de las distintas licencias autorizadas cumplan con la producción anual exigida (1.570 kilos en conjunto) y a la vez la lograran vender a $7,5 el gramo, se generarían utilidades por $491 millones. A éstas el Estado designaría un impuesto de 7%, permitiéndole obtener $34,3 millones en un período de cuatro años. Este dinero sería distribuido en distintas instituciones estatales y organizaciones sin fines de lucro.

Habiendo valorado el tema con argumentos respaldados por evidencia científica, es necesario hacer el llamado a los legislativos, Ejecutivo, organizaciones consultoras, y demás que se involucrarán en la discusión de este proyecto de ley, a que se informen antes de emitir un criterio prejuicioso que sea nocivo para los alcances de éste. De igual manera se le sugiere a la población esta misma actitud crítica, esto con el fin de enriquecer la discusión. Estas acciones se transcribirían en un sobrio posicionamiento a la hora de emitir un veredicto final.

* Estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica.

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Sábado 20 Diciembre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Eduardo Fonseca Vargas / [email protected]