La decisión de levantar el veto a Ley Procesal Laboral ha causado profundas heridas en la estrategia de negociación entre la Presidencia de la República y los diputados de la Asamblea Legislativa, sin embargo el mandatario Solís no está preocupado pues dice que así será a partir de 2016 con la proliferación de partidos locales.
“Las negociaciones entre los partidos serán difíciles como cualesquiera otras en otro momento, este no es un momento fácil para acuerdos en la Asamblea Legislativa, todos los partidos políticos tienen al interior de sí fracciones que están en diversos niveles de discusiones internas, de fraccionamientos, hemos dicho que esto requiere una gran mesura y entendimiento por parte del Poder Ejecutivo”, manifestó.
Agregó que ante esa realidad se van a negociar los temas uno por uno, con coaliciones distintas de votos, afirma que en algunos apoyarán unos, en otros, distintos; pues “es un proceso que no se termina, no hay vacaciones, no hay noches, esto es un ejercicio el cual tiene que acogerse el país”.
De acuerdo con su visión, la agenda de los diputados será difícil, pero será así de aquí para adelante, multiplicado muchas veces, “porque ya lo verán en el 2016 la proliferación de partidos locales va a ser inmensa y eso se va a reflejar en el 2018 en la Asamblea Legislativa, esto impone una nueva forma de hacer política en Costa Rica, muy basada en la formación de mayorías sobre temas específicos, más que sobre grandes alianzas, como la que pasó”, afirmó.
Será justamente en las instalaciones de Cuesta de Moras donde sus residentes decidirán el futuro de los impuestos, los temas que el Gobierno maneje como prioritarios para que sean analizados en las sesiones extraordinarias, contando con el Partido Frente Amplio como aliado.
