Cartago.- En Cartago se encendieron las luces de emergencia y miles se mostraron dolidos por una noticia que consideraron terrible: Marcos “Mackoy” Quirós se encontraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Max Peralta. Internado en primera instancia por un problema de desgaste en su cadera, una bacteria se le alojó en el organismo y estuvo cerca de cinco días en estado muy crítico.
“Mackoy” es muy querido en la Vieja Metrópoli, no solo porque como futbolista siempre fue un ícono, sino porque varios cientos de niños y sus padres lo tienen en lo más alto, él es un insigne profesor de estos pequeños, pertenecientes a las escuelas de fútbol del Club Sport Cartaginés.
Marcos Quirós Williams tiene 48 años y jugó casi toda su carrera en la Primera División con el Cartaginés, aunque también formó parte de Ramonense, Turrialba, Belén y Limeño, en El Salvador. Él accedió a ser nuestro invitado en La Cita Extra y nos atendió en su vivienda, en Cartago.
¿Cómo fue su infancia, cuando se inició en las divisiones menores del Cartaginés?
- Fue una emoción muy grande, recuerdo el primer día que inicié, tenía 9 años, cuando iba para la escuela vi unos carteles que decían que se ocupaban niños para integrar la escuela de fútbol y al otro día mi papá me estaba matriculando, en esa época se llamaba minimosco, ese término ya no existe.
¿Cómo fue cuando arrancó en las filas del Cartaginés?
- El proceso continuó hasta que el Cartaginés descendió y toda la liga menor se deshizo, entonces yo me fui para el Once Tigres en Anafa, todos buscamos equipos, ese equipo era muy fuerte aquí en la provincia. Cuando ascendimos regresamos todos a la liga menor. Yo tenía unos 13 años.
¿Qué tan duro fue para usted ese descenso?
- Esos son los momentos que no se olvidan, ver descender la institución que uno quiere es muy duro, pero teníamos un equipazo y solo duramos un año en segunda, al otro volvimos a ascender.
¿Cómo recuerda el debut?
- Todos los debuts son bonitos. Recuerdo que debuté contra Guanacasteca en Nicoya. Jugué un rato. Fue la primera vez que me enfrenté a mi hermano Luis, yo hacía mis primeras armas.
¿Cómo era la relación con sus tres hermanos, que también jugaban en Primera?
- Chimi, Carlos, Luis y yo, los cuatro jugamos y nos mantuvimos con una buena relación, siempre nos apoyamos en todo, casi que hasta cuando jugábamos en contra.
¿Recuerda cuándo se casó?
- Claro, hace 25 años con Ana Jiménez. La conocí por medio de una amiga de colegio, ella vivía cerca de mi barrio, me la presentaron y nos hicimos amigos y cuando nos dimos cuenta ya éramos novios.
¿Cuántos hijos tienen?
- Cuatro, pero del matrimonio María Fernanda y Daniela. Después dos chicos más, Jeromy y Keylor, son los menores. Les gusta el fútbol pero por estar yo separado cambiaron muchas cosas.
¿Qué pasó cuando dejó el Cartaginés y jugó en Ramonense?
- Jugué una temporada en Ramonense, luego fui a Belén, a Turrialba, y después al Municipal Limeño en El Salvador y allí tuve una dolorosa lesión, el portero del FAS me reventó el ligamento cruzado y el menisco interno, duré un año sin jugar, me operaron, pero nunca volvía a ser el mismo. Carmelita me llamó, “Cañón” me ofreció la operación y la rehabilitación, le expliqué las condiciones en que llegaba, y me tuve que retirar a los 29 años.
¿Le duele ver que desapareciera Ramonense del fútbol federado?
- Por supuesto. Yo le tengo un gran cariño a San Ramón pese a que solo una temporada jugué allí. Recuerdo que siempre nos trataban superbien, es gente muy parecida a la de Cartago.
¿Qué debe hacer Turrialba para regresar a la máxima categoría?
- Me parece que en Turrialba falta mucha organización, hay dos o tres grupos que deben fomentar la organización, unirse. Turrialba es un cantón con mucho talento, nosotros aquí en el Cartaginés tenemos varios jugadores de allí.
Un amigo suyo, Bernal Mullins, acaba de tomar las riendas de Turrialba, ¿qué le dice?
- Le deseo lo mejor, él sabe, mientras estuve en el hospital no salió de allí, parecía el guarda de seguridad. Creo que tienen un equipo muy joven y necesitan unos tres o cuatro refuerzos de experiencia para aspirar a algo más.
¿Ha hecho cursos para dirigir?
- Un montón de cursos, por lo menos unos 25 o 26. Soy de los entrenadores que cuentan con más capacitaciones y horas de dirigir, los del nivel A no llegan a tanto.
¿Cómo se siente en la dirección de las divisiones menores del Cartaginés?
- Muy bien, porque me gusta enseñar a los niños para que vayan aprendiendo, a parte de ser el director de la divisiones menores, soy el coordinador de la Escuela de Fútbol.
¿Qué podemos decir del problema de salud que sufrió, cómo se dio?
- Fue muy difícil la verdad, me empezaron unos dolores en la parte de abajo de la cadera, lo mismo me pasaba a veces cuando era futbolista, pero entonces con una pastillita se me pasaba, es un desgaste que tengo en esa parte. Busqué médicos y me internaron en el Max Peralta, mi estado se agravó luego con una bacteria que adquirí en el hospital, me afectó las vértebras, en este momento tengo una infección que no se me quitará hasta que me hagan una cirugía, estuve 35 días hospitalizado, varios de ellos en cuidados intensivos.
¿Qué le dice esto, el Cartaginés en tres finales de Unafut?
- No sé cómo voy a hacer, porque tengo que ir a ver esas finales, no me las puedo perder.
¿Qué se puede decir de lo que pasó y el presente, también lo que viene?
- Primero dar gracias a Dios por haberme sacado de donde estaba, de ese momento tan duro, a mi familia que siempre estuvo conmigo y sufrieron por mí, mis padres, hermanos, hijos, todos ellos, mis amigos por el apoyo incondicional, a todo el personal del Max Peralta, me salvaron la vida, me atendieron como a un rey; le pido a Dios no volver a sufrir una situación de esas, ahora veo el mundo de otro color.
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CRÉDITOS: Foto: Isaac Villalta
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Sábado 22 Noviembre, 2014
HORA: 12:00 AM
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