Ayer inició el pulso por el proyecto Presupuesto del 2015, discusión que se extenderá por prácticamente todo el mes, ahora el pleito será en el plenario de la Asamblea Legislativa.
Por un lado están los diputados que defienden el informe de mayoría aprobado en la Comisión de Hacendarios, que incluye recortes por ¢300 mil millones, su gestor fue Ottón Solís apoyado por Liberación Nacional (PLN) y la Unidad Social Cristiana (PUSC).
Con lo cual el plan de gastos quedó en ¢7,6 billones; el presupuesto original presentado por Helio Fallas, ministro de Hacienda, fue de ¢7,9 billones.
En la otra esquina se ubican aquellos que no están de acuerdo con las rebajas, como el Frente Amplio (FA) que defiende su informe de minoría, además del Movimiento Libertario (ML) que aboga por más reducción en los gastos.
A MORIR
Gerardo Vargas, del FA, comentó que en su fracción no están de acuerdo con los recortes y pretenden “morir con el informe de minoría nuestro”, insisten en que el trámite legislativo de este proyecto se vició y por eso presentaron un recurso ante la Sala Constitucional.
“Vamos a recordar quiénes recortaron, dónde, vamos a aprovechar el plenario para que los costarricenses sepan quiénes son los responsables y las posibles consecuencias para las instituciones del gobierno”, aseveró.
Mientras que el libertario Otto Guevara insiste en seguir recortando y por eso guarda la esperanza de que el plenario se convierta en comisión general, “tengo la ilusión de conocer mociones de reiteración para insistir en cuanto al aumento en los gastos públicos se refiere”, comentó.
Este legislador criticó que el Poder Ejecutivo no esté haciendo lobby entre los diputados para tratar de revertir aquellos recortes que aparentemente podrán afectar el funcionamiento de algunas dependencias públicas.
¿ESTRATEGIA?
Marco Vinicio Redondo es el otro diputado de Acción Ciudadana parte de la Comisión de Hacendarios pero no votó el informe de mayoría de su compañero Ottón Solís.
Sostiene que la reducción de los gastos no es la adecuada y por eso trabaja en una estrategia para convencer a sus compañeros de plenario de no votar el informe de mayoría y abogan aprobar el informe de minoría negativo, el cual deja de lado la rebaja de ¢300 mil millones.
Ayer se escribió apenas el primer capítulo de este tema, aún queda por delante un mes de discusiones y estrategias.
