La discusión presupuestaria

Debemos recordar que el presupuesto que la Asamblea aprueba es una autorización de gasto; no hay obligación de gastar lo autorizado. Con base en estimaciones de ingresos probables para el año entrante que hace la Contraloría General de la República, y tomando previsiones sobre el endeudamiento tanto interno como externo que el país puede soportar, el Poder Ejecutivo presenta una solicitud de gastos para atender los distintos programas que quiere acometer el año entrante.

Esta vez se ha suscitado una enorme discusión, pero sobre todo una intención manifiesta de cortarle los gastos a la propuesta que hizo el Ministerio de Hacienda, cruzada que encabezó un diputado oficialista.

SUBEJECUCIÓN AUTOMÁTICA. Para los que hemos tenido que manejar este tipo de presupuestos sabemos que alrededor de un 5% a un 7% de lo que autoriza la Asamblea, no se gasta durante el año. Esto ocurre por muchas razones. Por ejemplo, los nombramientos a nivel de presupuesto son para los 12 meses del año y la previsiones de gastos se hacen por todo el período. Pero no siempre se nombran a las personas desde el primero de enero, o a veces las plazas ni se nombran del todo. Ya con solo eso hay una gran ahorro.

O bien durante el año se hacen renegociaciones de deuda, como parte del trabajo diario de la Tesorería Nacional, y eso genera ahorros. O los ajustes de salarios no son del monto que se presupuestaron. O no se hacen las transferencias, porque las instituciones tienen remanentes que no han usado. En fin, múltiples situaciones a lo largo del año, hacen que el presupuesto aprobado, no se ejecute por completo. Por ello , el déficit implícito que lleva este presupuesto de -6,7% del PIB, en la práctica será, solo por subejecución, alrededor de -6%. ¡Cifra que siempre es muy alta!

LOS ACTORES POLÍTICOS. Una primera reacción que observé fue al Presidente de la República mostrando satisfacción por la gran discusión que se estaba dando. Nunca se ha discutido un presupuesto como en esta ocasión, es un proceso diferente, en un gobierno diferente, parecía ser su discurso. Pero días después, empezó a pujar duro para que no le tocaran una sola partida. Apoyó inclusive la marcha universitaria. Y últimamente ha llamado abiertamente a evitar los recortes.

Por el lado del Ministerio de Hacienda, me llamaron la atención dos argumentos. Una primera reacción explicando que cuando se mandó el presupuesto, ya habían hecho recortes por cifras superiores al 1% del PIB. Esto no es nada nuevo; siempre las instituciones piden montos altos, pues saben que al final se les recortará. El otro argumento fue que este presupuesto ya estaba en camino de formularse, cuando asumieron el mandato. Esto tampoco es nada nuevo. Siempre ha sido así. Todas las Administraciones cuando llegan en mayo se encuentran con un presupuesto en camino. Los cuadros técnicos del Ministerio presentan luego la información, para que las jerarquías tomen las decisiones. Y lo que vale como proyecto de presupuesto es lo que lleva la firma del ministro del momento.

Y hubo una acción directa de Hacienda que me costó entender. A media discusión mandó una iniciativa con su propia propuesta de recortes. ¿Quiere esto decir que el presupuesto original iba mal elaborado? Confunde.

Por último, en la Asamblea Legislativa los partidos, empezando por diputados del partido oficial, emprendieron una carrera por ver quién cortaba más. Como que se pusieron a competir por ver quién le hacía más daño al Poder Ejecutivo. No estoy claro si midieron bien las consecuencias.

Todo esto muestra desencuentros enormes entre el Gobierno y una parte de sus diputados y, lamentablemente, augura pugnas en los próximos trámites presupuestarios y de otras leyes.

PERIODISTA:

EMAIL:

Sábado 25 Octubre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Guillermo E. Zúñiga Chaves