¡Alto inmediato al aumento desmedido de los servicios públicos!

Con plena razón, la gente se viene quejando por diversas vías, del incremento de los servicios públicos, tales como electricidad, agua, teléfono, combustibles y transporte público.

Resulta inexplicable pensar que, mientras el tipo de cambio se mantiene estable y la inflación actual es de las más bajas del último decenio (alrededor de 5%), sin embargo, los servicios públicos aumentan como nunca en la historia reciente.

Si bien hay que defender las instituciones públicas por su importancia para el desarrollo del país, estas deben ser un vehículo para garantizar bienestar general, por ello no se justifica aumentos que son un atropello a los bolsillos de los las trabajadoras y familias del país.

Hay un agravante adicional. Algunos bienes públicos, particularmente electricidad y combustibles, son insumos de casi todos los procesos productivos, por lo que aumentos desmedidos de tales insumos traen otra cascada de aumentos en prácticamente todos los bienes producidos en el país, perjudicando adicionalmente a la gente.

Recordemos que en el sector privado los aumentos si acaso cubren el porcentaje de inflación y en el sector público, para quienes ocupan puestos de menor jerarquía, la situación es similar. Entonces, un trabajador con un salario de ¢300.000, que en un semestre recibe ¢9.000 de incremento salarial por mes, no puede darse el lujo de enfrentar aumentos de ¢10.000 o más en su recibo mensual de electricidad. Me ha tocado ver la triste realidad de gente utilizando candelas en pleno siglo 21, simplemente porque ya no pueden pagar facturas tan exorbitantes.

¿Y la Aresep? Bien gracias. Este organismo básicamente se preocupa por pagar oficinas confortables y altos salarios y no le preocupa el atropello a los ciudadanos y ciudadanas.

Aplicando además sistemas automáticos de aumentos que en la mayoría de los casos atentan contra los intereses de las mayorías del país. En un Gobierno bajo mi responsabilidad, se tomarán las medidas para proteger a los ciudadanos de los incrementos desmedidos en los servicios públicos. Por Ley se dispondrá que el incremento de estos no podrá sobrepasar la inflación, salvo cuando medien situaciones fuera de control como podrían ser por asuntos de incrementos de tipo de cambio o aumentos en el precio internacional del petróleo. La metodología de cálculos de precios y tarifas se revisará y modificará a fondo, teniendo como primer fundamento el respeto a los derechos de la gente.

¡La fiesta se tiene que acabar!. Tanto a los trabajadores y trabajadoras más humildes de este país que se les castiga con aumentos por inflación, depreciando paulatinamente el salario, como a los demás agentes de la economía públicos y privados se les debe dar el mismo trato. Es insostenible e inaceptable que los y las más débiles lleven la carga más pesada.

Las instituciones públicas fueron creadas para brindar servicios esenciales y de calidad a los ciudadanos. Por eso deben de estar obligadas a mejorar estos servicios, utilizando mejor los recursos con austeridad y transparencia, sin asfixiar a la gente.

Los servicios públicos y la instituciones que los brindan, son medios trascendentales para ayudarle a la gente a tener una vida mejor, no un fin en sí mismos.

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Jueves 16 Mayo, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Epsy Campbell Barr