Si el gobierno usara los ¢30 mil millones que durante el 2014 pagó por alquileres de edificios y tomara ese dinero para ayudar a los más pobres, se podrían otorgar 190. 259 becas de ¢17 mil mensuales para los estudiantes, 5 mil bonos de ¢6,5 millones para vivienda de bien social, y 35, 938 pensiones del régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y 2. 695 aulas para escuelas con un costo para cada un de ¢12 millones.
El monto de pagos de alquileres no se incluye en lo que se gasta en el Ministerio de Educación (MEP), el Instituto de Vivienda y Urbanismo (INVU) y el Ministerio de Trabajo que no brindaron la información que se les solicitó.
Este derroche de plata fue llamada por el diputado Luis Vásquez como la “piñata de alquileres de dineros de los personas más pobres del país”. El despacho de este legislador se encargó de hacer la investigación que tardó al menos dos meses hasta revelar esta realidad.
“Eso es lo que significa estar pagando alquileres versus estar ayudando a los más necesitados del país. Es una gran parte de dinero que le robamos a la gente pobre, estos dineros se pagan a personas con una situación económica muy alta, me refiero a los dueños de los edificios, cuando en realidad el Estado debería estar haciendo dos cosas, o pagar menos o construir nuevos edificios propios”, explicó Vásquez,
El diputado catalogó el tema de los alquileres como un gasto que no deja mayores frutos para el país.
¿CUAL ES L SOLUCIÓN?
Pero, ¿cuál sería la solución para que el Estado reduzca el pago de alquileres y se enfoque en el combate a la pobreza? Para este legislador hay varias respuestas, una de ellas es construir edificios propios mediante préstamos o fideicomisos, “no se hace porque el Estado es un mal administrador, hay espacios del Gobierno que ni siquiera se usan y peor aun, hay terrenos de una institución se los alquila a otra”, señaló.
Incluso aseveró que este tema debería de ser una política nacional que tenga como objetivo resolver la situación, “creo que debe ser parte de la restructuración del Estado que se diga que se acabaron los alquileres, se acabó la piñata. Todos estos dineros tienen que ir a las personas más necesitadas”, insistió.
Otra de las críticas del socialcristiano es que mientras que instituciones como el Instituto Nacional de Mujeres (Inamu) goza de edificios de lujo, por el que se pagan ¢36 millones de renta al mes, hay provincias, como la de Limón y otras zonas rurales, que cada día se hunden más en la pobreza.
“Esto es una bofetada a los costarricenses, yo me pregunto, ¿qué ha hecho el Estado en estos años?, ¿cuánta poca gente se beneficia de esta piñata de alquileres?, mientras los miles de ciudadanos de escasos recursos no reciben ni una ayuda”, indicó.
Por último dijo que “esto es una llamada de atención al ministro de Hacienda Helio Fallas y al presidente Luis Guillermo Solís que debemos de ponerle un alto de inmediato”.
