Grecia, Alajuela.- A Carmelita le sentó mejor el campo natural del Allen Riggioni y venció ayer 2-0 al Uruguay de Coronado.
El primer tiempo se disputó bajo una intensa lluvia, que puso a prueba la gramilla natural del reducto griego. Las emociones en ambos arcos escasearon, ya que el choque se tornó mucho de mediocampo, además que se produjeron reiteradas interrupciones por diversas faltas de los dos cuadros.
En el complemento, el representativo de la barriada alajuelense adelantó filas y fue más al frente. Tras insistir durante los primeros minutos, Víctor Chavarría abrió la cuenta al 65', llegó solo luego de una perfecta sucesión de pases en la que los artilleros verdolagas tocaron a placer.
Entonces las cosas se le facilitaron al equipo dirigido por el portugués Guilherme Farinha y al 66' Ignacio Quesada marcó el 2-0 tras otra relampagueante llegada a puro fútbol, aprovechando el centro de Rooney Mora.
Uruguay intentó reaccionar, pero era complicado crearle peligro a un Carmelita que con la ventaja, sabía cuidarla y no correr riesgos, poblando los espacios.
Verny Ramírez vio la tarjeta roja al 79' cuando cometió una falta innecesaria que le costó la segunda amarilla.
La misma suerte corrió Andrés Montalbán al 81', por lo que ambos cuadros terminaron el juego con diez.
A través del encuentro, el cuadro lechero no tuvo argumentos para inquietar la meta defendida por Ronny Fernández, en tanto los carmelos dejaron escapar algunas ocasiones que bien pudieron marcar una goleada.
En definitiva, el triunfo de la barriada alajuelense por 2-0 le inyecta confianza a éstos y pone a meditar al equipo de Carlos Watson, que necesita generar más frente al arco rival.
