Definitivamente a muchos no les toca una vida color de rosa, tal es el caso de la familia Sánchez Chaves, que a pesar de tener la bendición de tres hijos también le ha tocado bailar con la más fea y sufrir con la enfermedad que afecta a la chiquita de la familia.
A pesar de que Sarah tiene poco más de 2 años, ya fue diagnosticada con un padecimiento llamado retinoblastoma, el cual consiste en un cáncer muy agresivo y por el cual actualmente le aplican quimioterapia, con el propósito no solo de salvarle el ojito izquierdo sino también la vida.
Su mamá Angie Chaves conversó con DIARIO EXTRA y nos dijo: “Sarah es la alegría y la luz de la casa. Todo en su desarrollo aparentaba estar en orden hasta que en setiembre del 2013, al tener 1 año y 8 meses, le descubrimos un resplandor blanco en el ojo izquierdo y en la consulta privada con el oftalmólogo, después de realizarle fondo de ojo, le descubrió los tumores que crecían en sus ojitos”.
Lastimosamente esta pequeña, quien está empezando a vivir, ya perdió un ojito, pues el tumor le maltrató tanto la retina que no puede regenerarse.
Sus padres Federico Sánchez y Angie Chaves tienen que ver de dónde sacan dinero para cubrir el costo de sus tratamientos, pues ella no puede quedarse sola por ser tan pequeñita.
Familiares, amigos, conocidos y las personas que se pusieron la mano en el corazón están recolectando dinero con el propósito de llevar a Sarah a Filadelfia, Estados Unidos, para que se someta a un tratamiento llamado quimioterapia intraarterial.
Se necesita dinero para la operación y la hospitalización en el Will's Eye Hospital, pero también para pagar las sesiones, que son cuatro y cada una tiene un costo de $13 mil (¢7 millones).
ALUMNOS DESTACADOS
La problemática con que a diario lucha esta familia no acaba ahí, pues su hijo mayor, Thomas, de 11 años, fue diagnosticado con autismo de alto rendimiento cuando solo tenía 4 años.
A pesar de todo esto, el amor de sus padres y la dedicación de la Dra. Patricia Jiménez le han permitido desarrollar grandes capacidades que lo han convertido en un alumno ejemplar. Pero a veces las necesidades económicas apremian y no pueden suplirlas, pues la plata ya no alcanza para más.
En el caso de Sofía, su otra hija de 8 años, también vive una situación difícil porque desde que tiene 2 años padece de vitíligo, lo cual provoca que su piel se vaya despigmentando.
Para tratar ese padecimiento necesita unas cremas especiales, sin embargo sus padres no tienen los recursos para comprarlas, pues cada una cuesta ¢30 mil y el gran dilema es que la Caja Costarricense de Seguro Social no las da.
Esto es complementario a las sesiones de fototerapia -que consiste en radiación de luz ultravioleta filtrada- a las que asiste los martes y viernes en el Hospital Nacional de Niños.
APREMIAN LAS NECESIDADES
Aparte de la penosa situación que enfrentan los niños, los padres también están sufriendo, pues atraviesan una situación económica ajustada.
Sánchez perdió el trabajo porque entre el 2010 y el 2013 fue operado cuatro veces del nervio cubital, pero a pesar de las sesiones de fisioterapia le fue imposible recuperar la fuerza de las manos, por eso la empresa donde laboraba al no poder reubicarlo debió prescindir de sus servicios.
Como si esto fuera poco, su esposa también sufrió un quebranto de salud irremediable, pues hace seis años empezó a perder la voz debido al hiatus vocal. Este padecimiento es operable, sin embargo la Caja no le ha dado respuesta y la incapacidad continúa.
Le informaron que le iban a prorrogar la incapacidad y el trámite que hizo para optar para una pensión por invalidez se lo rechazaron. Actualmente tienen su caso en investigación porque apeló el fallo.
Requieren UN HOGAR
Esta pareja sufre por no poder darles a sus hijos una buena calidad de vida porque no cuenta con los recursos económicos. Lo que los tiene más preocupados es no contar con una casita propia, que cuente con las condiciones óptimas de espacio e higiene.
Sarah y sus hermanos deben tener mucho cuidado de no contagiarse de alguna bacteria o enfermedad, por eso estos padres sueñan con que algún ángel se apiade de ellos y les done un terrenito o les ayude con un techo digno para sus pequeños.
Si usted desea poner su granito de arena para que esta familia tenga una mejor calidad de vida puede comunicarse al teléfono 7168-4621 con Angie Chaves.
Además de donaciones de dinero en efectivo, esta familia necesita productos de limpieza y desinfección, dos camas individuales con colchón y alimentos, en especial orgánicos porque Sarah debe llevar una dieta especial.
Esta familia solicitó ayuda a la Fundación Sarepta, que es dirigida por Carlos Segura; la agrupación ha hecho hasta lo imposible para buscar los recursos con el fin de que esta pequeñita vuelva a tener una vida normal. Precisamente por eso cuando organiza ferias de artesanos hay alcancías para que los asistentes pongan su granito de arena.
PERIODISTA: Sandra Cordero G
CRÉDITOS: Fotos: Ariela Muñoz
EMAIL: [email protected]
Martes 26 Agosto, 2014
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA