Carlos Pérez y Elisa Sandí perdieron la vida la tarde de ayer luego de que la moto en que viajaban chocara mortalmente con un tráiler en Horquetas de Sarapiquí.
Preliminarmente trascendió que los hechos se habrían dado cuando el conductor de la moto perdió el control por lo cual chocó contra un tráiler.
El conductor del tráiler presentaba un cuadro de nerviosismo. Otros que iban pasando por el lugar dieron aviso a las autoridades.
La Cruz Roja llegó pero ya era tarde pues el bombazo fue letal, tanto que aparentemente el tráiler los habría decapitado.
Por ello dieron aviso al Organismo de Investigación Judicial para el levantamiento de los cuerpos, los cuales fueron trasladados al Complejo de Ciencias Forenses para su respectiva autopsia.
El caso quedó en investigación de las autoridades quienes determinarán las causas que mediaron en el fatal accidente.
CARRETERA DE LA MUERTE
Vecinos de la zona advirtieron que por ser una recta muy transitada por los camiones, solicitan más señalización para evitar este tipo de accidentes.
Así también mencionaron que en la zona ha llovido mucho por lo que cual la calle está mojada y se vuelve un arma de doble filo para los conductores quienes a diario según ellos derrapan sobre la pista.
Pérez y Sandí aparentemente eran trabajadores de Agro Sarapiquí y se dirigían a sus casa luego de haber pasado todo el día trabajando en las bananeras.
Según allegados, las víctimas viajaban juntos ya que vivían en el mismo lugar.
TRATÓ DE FRENAR
El conductor del tráiler, cuya identidad no trascendió, indicó encontrarse muy afectado por lo sucedido así también dijo que fue todo muy rápido y se encontraba muy afectado.
Recordó que cuando la moto se le vino encima trató de frenar pero por ser un vehículo de carga pesada los arrastro dejándolos sin vida.
La pareja de compañeros deja a una comunidad enlutada y a dos familias huérfanas.
Compañeros de trabajo se hicieron presentes al lugar, en medio de lágrimas no podían creer pues acababan de despedirse de ellos.
Comentaron que eran muy trabajadores y siempre viajaban juntos para ahorrar dinero. Comentaron que a pesar del cansancio del trabajo los compañeros no perdían el buen estado de ánimo y los hacían reír.
