“Mi familia ha sido devota a la Virgen de Los Ángeles”, con esa declaración el presidente Luis Guillermo Solís pretende dejar claro que aunque no tiene la costumbre desde pequeño de realizar la romería, sí hay una devoción hacia la Patrona de Costa Rica.
“En temas religiosos no quiero ser populista. No soy el primer presidente que no va a la romería”, recalcó Solís.
El mandatario confirmó que asistirá “como fiel católico” a la misa solemne que se oficia el 2 de agosto en la explanada de la Basílica de Los Ángeles.
Y quiso ser enfático en el tema de su religión “es asunto mío”.
El presidente indicó que acudirá acompañado de la primera dama, Mercedes Peñas, el canciller, Manuel González y un grupo de ministros que están por confirmar su asistencia.
“DIÁLOGOS RECURRENTES”
Solís rechazó que él que no participar en la caminata hacia los pies de la Virgen dañe las relaciones con la Iglesia Católica, pese a que apoya un estado laico, asegurá estar muy claro de que la nación aún tiene un estatus de confesional que él respeta.
“Los diálogos con la Iglesia son recurrentes (…) Tengo clarísimo la relación actual de confesionalidad”, sostuvo el presidente.
Además resaltó que los obispos del país conocen de su cariño a la Patrona, por lo que no debe malinterpretarse.
Aunque acepta que hay discrepancias, en temas como la fertilización in vitro, sostiene que ambas partes “nos hemos escuchado”.
