Al cumplir su quinto viaje fuera del país en dos meses de gestión, lo que provocó criticas de legisladores, que hasta le han apodado como “el Presidente viajero” o en peligro de comportarse como el canciller de la República y no el mandatario de Costa Rica, Luis Guillermo Solís salió en su defensa, y negó que haya un exceso en sus salidas al exterior.
“El Presidente y demás miembros de Gobierno deben viajar siempre y cuando sea necesario”, sostuvo el mandatario ayer en conferencia de prensa.
Para Solís, sus recientes viajes se han justificado por varias razones, entre ellas el compromiso asumido en la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la posibilidad de conocer a sus homólogos personalmente al ser un nuevo mandatario, la atracción de inversión extranjera y el fortalecimiento de relaciones con otras naciones.
“Para establecer los vínculos que impidan que Costa Rica se quede sola en los foros internacionales como ha ocurrido en el pasado reciente, en el marco a la invasión a Isla Calero, cuando no se tenían suficientes vínculos armados con países de la región es muy importante”, ejemplificó Solís.
SOBRIOS
El mandatario agregó que estos viajes aunque necesarios, “no tienen porqué ser onerosos, motivo de gasto excesivo”, y en su caso, ha cumplido con realizarlos con sobriedad.
“La delegación de Costa Rica ha sido la más pequeña no había exceso en el número de viajes” sostuvo.
El mandatario indicó que debía hacer esta aclaración porque los viajes en su gestión continuarán, tan sólo en un mes deberá ir a Nueva York a participar de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Pero para él lo importante es que “no sean viajes de placer del presidente sino de trabajo”.