Un niño de 9 años, de apellidos Ramírez Montoya, quien era vecino de San Francisco de Tinoco, en Osa, Puntarenas, murió el miércoles tras contraer el virus de la rabia.
Según indicaron las autoridades de salud, los hechos se dieron desde mayo anterior y no fue sino hasta el lunes 7 de julio que fue referido al Hospital Nacional de Niños (HNN) luego de presentar fiebre de 38ºC y dolor corporal generalizado.
Todavía no se tiene certeza del animal que habría contagiado al menor, pero se sospecha que fue una ardilla con el virus de la rabia, la que un día quiso robarle un popy -dulce- al chiquito, y al no lograr su cometido entró en cólera y lo mordió.
La información fue confirmada por el Ministerio de Salud y de acuerdo con la viceministra de dicha cartera María Esther Anchía “el niño se estaba comiendo un popy y una ardilla que frecuentaba la casa, que no era una mascota, y se lo quiso quitar, pero el niño no se lo dio y el animal lo mordió. Lo que llama la atención es que estos mamíferos silvestres cuando uno se les acerca tienden más bien a huir y escaparse, y la de este caso no lo hizo”.
MAL DIAGNÓSTICO
María Esther Trejos, directora de Vigilancia de la Salud, especificó que el menor fue referido del Hospital de San Vito al Nacional de Niños con un cuadro febril y los dolores en el cuerpo, por lo que se creyó que se podría tratarse de un caso de chikungunya.
“Cuando el niño llegó al HNN, se pensó en rabia porque presentaba compromiso neurológico y en el interrogatorio que se le hizo a la familia en ese centro hospitalario dio el antecedente de la mordedura por un animal silvestre más o menos dos meses atrás.
A parte de eso, ellos dijeron que estuvieron en una cabina donde durmieron y que habían muchos murciélagos”, explicó Trejos, quien añadió además que la fase de incubación puede durar de 10 días a seis meses.
Si bien existe la vacuna para contrarrestar el virus de la rabia, esta debe ser suministrada antes de que se presente compromiso neurológico en la persona.
La última vez que se dieron dos casos de rabia fue en el 2001, en el cantón de Corredores, Puntarenas y la transmisión se produjo por la mordedura de un gato y un murciélago.
Datos históricos del Ministerio de Salud señalan que por contagio de rabia han fallecido en total de 9 personas, del año 1967 a la fecha (ver cuadro aparte).
BAJO ALERTA
La zona de San Francisco de Tinoco se encuentra bajo alerta del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), y para esto se han tomado una serie de acciones tendientes para evitar la proliferación del virus.
Al respecto, Trejos comentó que se hizo una coordinación entre ambas instituciones a nivel local para detectar si hubo otros casos con antecedentes de mordeduras de animales silvestres o domésticos.
Además, el Senasa hará una vacunación masiva en la zona de perros, vacas, caballos, cerdos, cabras y ovejas, para lo cual cuenta con al menos 1.000 vacunas.
“Se identificaron todas aquellas personas que pudieron estar en contacto con la saliva del niño que básicamente es el grupo familiar del niño y algunos de los funcionarios que atendieron al menor en ese momento. Ya se hizo toda la coordinación con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para iniciar con la vacunación”.
En promedio, la Caja adquiere al año 200 dosis de vacunas para contrarrestar los efectos de la rabia, las cuales se suministran en cuatro dosis por paciente.
Recalcó que Costa Rica es una de las naciones que logró eliminar la rabia canina desde los años 70, y que es importante alcanzar ese logro, por lo que instó a las personas que tengan animales que los vacunen, pues es su responsabilidad como dueños.
“En nuestro país aún circula el virus de rabia y el hecho de que no haya rabia canina no quiere decir que no exista en el país. Todos los años tenemos reportes, especialmente en bovinos y es por la mordedura de murciélagos hematófagos. Los vampiros son los que mantienen el virus en el ambiente y transmiten la enfermedad”, adujo Trejos.
ALTA LETALIDAD
Alexis Sandí, subdirector de Senasa, detalló que se desconoce cuánto es la cobertura de vacunación de animales en el país, sostuvo que la responsabilidad es de los dueños.
Comentó que además de vacunar a los de la zona, se procederá a capturar algunos murciélagos para estudiarlos, al tiempo que sostuvo que también se matarán otros, esto con el objetivo de mantener el control de la población de dichos animales.
Indicó que la rabia es una enfermedad de baja mortabilidad y de una letalidad del 100%.
“Cuando aparece la enfermedad, el desenlace es la muerte”, reafirmó Sandí.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
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Viernes 18 Julio, 2014
HORA: 12:00 AM
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