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Opinión

Cosas Veredes

David Corrales me consulta: “¿Por qué ocurren las mutaciones?”


En el interior de cada célula se encuentra una molécula que es la que contiene toda la información necesaria para conformar a una persona: su estatura, su sexo, su color de pelo, sus fortalezas y debilidades. Se llama ácido desoxirribonucleico, pero a nivel popular se le conoce más por sus siglas: ADN. Está contenida en una especie de paquetes llamados genes.


El ADN es una larga espiral conformada por cuatro moléculas básicas, cuyas siglas son G, C, A, T.


Cuando se unen los genes del padre y la madre para procrear un nuevo individuo, se combinan y se crea un patrón que es único, y por eso no hay dos personas iguales (salvo los gemelos idénticos o los clones).


Aquí pueden suceder dos cosas, básicamente. La primera, que por la combinación de genes que ha surgido, haya características “dormidas” de uno o los dos padres que se “despiertan” porque se combinaron en este caso. Por ejemplo, que algún ancestro de la madre fuera muy alto, y al combinarse con un específico gen del padre se manifestara en esa criatura, de modo que siendo los padres de estatura normal, el hijo resultara sumamente alto.


Otra posibilidad tiene que ver con el hecho de que cada instante estamos siendo bombardeados por rayos cósmicos, usualmente poco dañinos, pero que a nivel molecular puede causar cambios.


Digamos que una sección del ADN de la nueva criatura tiene esta combinación: AAGCTAAT (por poner un ejemplo).


Supongamos entonces que un instante después de la concepción, antes de empezar la división celular que al final creará un individuo completo, la segunda A de la combinación es arrebatada de su lugar al ser golpeada por un rayo cósmico, y que entonces, al duplicarse el ADN, su lugar es ocupado por ana T.


Basta este ínfimo cambio para variar fundamentalmente el diseño del nuevo ser. Y este cambio de diseño es lo que llamamos mutación.


La mayoría de las mutaciones son nocivas o inocuas, y en cierta forma nosotros somos cada uno un mutante, en el sentido de que todos y cada uno somos una variación del esquema o patrón promedio. La mutación se distingue en el sentido de que es una variación que podría representar, de inmediato o eventualmente, una variación más definida del patrón, sin que le represente una limitación en el funcionamiento que podríamos llamar “normal” de una persona, aunque puede que la limite en algunas cosas o por el contrario le potencie habilidades inusitadas. Seres con dos cabezas, sin cerebro, con limitaciones físicas (no debidas a accidentes) o la propensión a ciertas enfermedades, son usualmente desórdenes originados al interior de la estructura genética, pero no son mutaciones. En cambio, personas con seis dedos en las manos y pies, ojos de color intensamente amarillo, personas con una elasticidad inusitada en sus articulaciones, sí pueden ser consideradas mutaciones en el sentido de que son funcionales, no representan a su dueño una limitación severa, pero de presentarse en un entorno natural podrían incidir en una mayor o menor posibilidad de sobrevivencia.


Pero cuando una mutación se presenta en un momento en la misma resulta más bien beneficiosa, tenderá a reproducirse. Por ejemplo, si en este momento naciera un niño o una niña con inmunidad genética al virus del VIH (el que produce el SIDA), o al cáncer, esa sería una mutación beneficiosa.

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Miércoles 25 Junio, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Ronny Ugarte

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