Cuidado con el populismo, señor Presidente

Juan Luis Vives personaje valenciano, filósofo, profesor, político y figura principal del renacentismo católico dijo: “Que la tarea de administrar la república necesita un juicio sano, íntegro, más bien sólido que especioso o agudo; una inteligencia fría, antes algo tarda que fogosa y precipitada”. Creo que esta es una definición que debería hacer suya el señor Presidente de la República, a quien veo inclinarse peligrosamente por un populismo al estilo de Hugo Chaves, que le quita seriedad a la investidura de Presidente que le hemos dado los costarricenses.

Pero así como digo una cosa digo la otra como dijo el Chavo. Me parece bien que el señor Presidente trate de hacer una gestión de gobierno más cercana al pueblo que lo eligió. Sin embargo, existe una línea muy delgada que divide esa aplaudible intención, con el populismo demagógico tan arraigado en algunos regímenes del Cono Sur, donde ha primado la práctica de esa filosofía, antes que la solución de los problemas de fondo, que aquejan a sociedades como la venezolana.

En la praxis de la política se vale echar mano de vez en cuando del populismo como arma política, pero no puede hacerse de esa filosofía el quehacer diario de un gobierno. Por ello, me preocupa que nuestro señor Presidente pueda verse subyugado por el brochazo, por la lisonjearía, por el abrazo, por los aduladores y se olvide de lo sustancial, de buscar soluciones para los principales problemas que aquejan a la sociedad costarricense. Espero que don Luis Guillermo tenga la sabiduría para zarandear el grano de la paja y su acción se enfoque a concretar el cambio que ha prometido.

Las visitas que hizo el señor Presidente a sus vecinos de Zapote, acompañado de toda una tropa de periodistas y funcionarios de la Casa Presidencial, pareciera un acto simpático y un gesto de humildad del Primer Mandatario, pero no es más que una acción escarchada de populismo, que le resta seriedad y señorío al cargo de Presidente que le hemos dado los costarricenses. Este mismo acto pudo haberse hecho con mucho más inteligencia, sin la presencia de la prensa para que no se interpretara como una acción de barato populismo. Habría sido más inteligente, hacer uso de sus periodistas y de las redes sociales para divulgarlo y luego como quien no quiere se hubiera filtrado a la prensa. Estoy seguro, que de haberse hecho esta visita con menos pompa, los réditos políticos que se buscaban habrían sido mayores. Para actos como este, es mejor un concierto de violín que una serenata de mariachis.

Como ciudadano deseo decirle con todo respeto, Señor Presidente, que es válido que usted busque la popularidad, porque esa es la clorofila de los políticos y no hay nada de malo ello. Sin embargo, hay muchos caminos que llevan a ese destino, en su caso el camino correcto a una popularidad sana es lograr el cambio que esta sociedad espera. Sobre este tema Aristóteles decía: “Un hombre verdaderamente popular debería tratar, sobre todo, de que el pueblo no fuera demasiado pobre. En la democracia, la miseria es la fuente de todos los males”. Señor Presidente, ese es el camino que usted debe transitar, usted será popular y querido en la medida que los pobres lo recuerden como quien los liberó de las cadenas de la miseria.

* Periodista

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Jueves 05 Junio, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Luis Fernando Salazar R. / [email protected]