El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) trabaja en nuevos proyectos para mantener al máximo la producción de electricidad en el país, luego de que el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) advirtiera de la escasez de agua en este invierno.
Para producir energía el ICE necesita el agua de las lluvias, pero al faltar este recurso no podrá suplir la demanda que requiere el país para satisfacer las necesidades domésticas y de la industria.
Con el propósito de evitar la crisis energética que dejaría al país a oscuras, el ICE ha optimizado el uso de los recursos disponibles de generación eléctrica y busca impulsar el desarrollo de diversos proyectos para aumentar la producción de energía.
“Se están desarrollando soluciones, tanto en el ámbito público como en el privado, que están aportando al sistema o que incrementarán la oferta de energía renovable en los próximos años, entre ellos el proyecto hidroeléctrico Reventazón y los cinco proyectos eólicos privados”, declaró Luis Pacheco, gerente de Electricidad del ICE.
En un intento por diversificarse están previstos proyectos aprovechando la geotermia, energía que no depende de la variabilidad climática. Esto incluye el desarrollo de las geotérmicas Pailas II para el 2019 y Borinquen I y II, a inicios de la década del 2020, en las faltas del volcán Rincón de la Vieja.
Aunque la institución busca soluciones que no dependan del agua para no afectar la producción, aún dirige recursos para proyectos hidroeléctricos como la modernización de la hidroeléctrica Río Macho y la ampliación de Cachí.
“Las empresas municipales y cooperativas de electrificación rural, así como los generadores privados, también están participando en este esfuerzo nacional, con obras ya en operación o que se incorporarán al sistema eléctrico nacional en el transcurso de los próximos años”, agregó Pacheco.
Para la institución es fundamental el desarrollo de proyectos estratégicos como el hidroeléctrico El Diquís, que permitiría al país disponer de un segundo embalse como el de Arenal, a fin de almacenar agua para varios años.
