Diario Extra - Ponga límites y evite niños controladores

La crianza de un hijo no es una tarea sencilla, se requiere no solo mucha paciencia sino también sabiduría para guiarlo por el camino correcto.
Desde que los niños están pequeños es vital que los padres establezcan límites, esto servirá para que en el futuro las situaciones no se salgan de control.

Muchos adultos no establecen reglas y al darles libertad a los pequeños, estos se convierten en controladores, lo cual hace que los roles se inviertan.

De no prestarle atención a tiempo, en el futuro vendrán las repercusiones, pues buscarán imponer su punto de vista en todo lugar y ante cualquier persona.

Las razones para que los hijos sean controladores pueden ser dos, según explicó el psicólogo Verny Ruiz.

“La razón más común -aunque cuesta que los padres acepten su error en la crianza del hijo- es que consientan en exceso al niño y no pudieron poner límites, entonces el menor se pone a un nivel igual o superior a sus padres hasta que estos pierden el control.

La segunda es que uno de los miembros de la pareja controle al otro, entonces el niño copia el comportamiento controlador”, explicó.

NO DÉ EL BRAZO A TORCER

El experto destacó que lo más importante es que desde una edad temprana se establezcan límites sanos y a la vez exista total firmeza y claridad cuando se llama la atención del niño o se niega algo para que llegue a comprender.

“De la misma forma en que un padre le prohíbe a su hijo jugar con cuchillos porque se puede cortar, también hay que ser firme cuando el hijo intenta controlar a sus padres, hablar con claridad y firmeza.

Por ejemplo, si el niño hace un berrinche porque sus padres lo mandan a dormir, se le debe explicar que en toda familia hay reglas que seguir por el bien de todos.

Además se puede agregar que si se duerme tarde, entonces al día siguiente estará cansado para jugar o hacer cualquier otra cosa”, manifestó el experto.

EL PROBLEMA SON LOS PADRES

Aunque sean los niños quienes adoptan una actitud controladora, en estos casos el menor no es quien tiene el problema sino más bien los padres, por lo cual son quienes deben asumir sus roles y buscar soluciones para evitar consecuencias en el futuro de sus hijos.

“Se puede optar por buscar ayuda profesional, pero cabe recordar que el niño no es quien tiene el problema, son los padres quienes deben buscar una solución, cumpliendo sus roles y poniendo límites”, agregó Ruiz.

Además una situación alarmante es que los pequeños pueden convertirse en manipuladores y podrían llegar a las amenazas cuando no obtienen lo que quieren.

“Pueden surgir situaciones negativas a futuro como que el muchacho se acostumbre a recibir todo, entonces se vuelve manipulador, por ello este tipo de personas suele tener problemas para relacionarse con otros, ya que siempre intentarán ser el centro de atención.

Asimismo, cuando sea un adulto buscará parejas que se dejen controlar, lo cual se toma como agresión hacia su pareja y hasta hacia sus hijos, e incluso se podría repetir el ciclo de hijos controladores”, finalizó el especialista.

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