El expresidente de la República Luis Alberto Monge (1982-1986) recuerda perfectamente la histórica visita a Costa Rica del Papa Juan Pablo II, el primer jerarca de la Iglesia católica en venir a nuestras tierras, poco tiempo antes de que la Santa Sede lo canonice, evento que Monge verá por televisión.
“Lo recibí en las oficinas de Zapote, esas que llaman Casa Presidencial porque en mi casa no estaba en condiciones de recibirlo, ahí me di cuenta que él sentía un cariño especial por Costa Rica y nos dio mucha importancia, pues sus asesores le habían hablado sobre el país y nuestras costumbres; se interesó por los problemas de pobreza”, relató el exmandatario desde su casa en Santa Ana.
El expresidente tiene muy claro el momento en que se reunió con Su Santidad, y cuenta que el Papa lloró y le agradeció, en perfecto español, el efusivo recibimiento en el que miles de personas llegaron a las calles por donde pasaría para saludarlo, inmediatamente después de su llegada al aeropuerto.
Monge expresó el profundo interés que siente desde haces años por el papa Juan Pablo II, por la labor que hizo en todo el mundo, respetando los diferentes credos y uniendo las diferentes religiones para crear un mundo mejor, donde todos contaran sin importar la forma en que adoraban a Dios.
A poco tiempo de que el Papa sea canonizado por el Vaticano, teniendo en cuenta que uno de los milagros que le confirió dicho nombramiento fue a una costarricense, Monge se declara aficionado y estudioso de la vida y las obras del polaco que en sus días visitó más de cien países pidiendo por la paz y la unidad del mundo.
Durante la gira que lo trajo a Costa Rica ocurrió un evento particular, la primera dama, Doris Yankelewitz, era judía; según Monge, por protocolo se consultó previamente al Papa si ella debía arrodillarse, porque los judíos no se arrodillan, pero él respondió que no, que iba a respetar su religión. Ella se convirtió en la única primera dama judía que estuvo con el Papa en una visita oficial porque cuando él visitó Israel la esposa del presidente no estaba en la ceremonia.
Años más tarde cuando Su Santidad estaba deteriorado físicamente por lo avanzado de su edad y las responsabilidades de su cargo, Monge viajó a Roma, Italia, a un evento de la universidad Earth y fue invitado por la Oficina Papal a saludar al Religioso.
“Él era un ser maravilloso y siento gran admiración por él; por supuesto que acepté, llegué a su oficina y estuvimos reunidos por más tiempo del que disponíamos, él me preguntó por los asuntos de paz en Costa Rica y por los problemas sociales, fue en ese momento que supe que él tenía algo de santo, su humildad y su espiritualidad eran generosas”, recuerda conmovido el expresidente.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Janier Pichardo, colaborador
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Martes 22 Abril, 2014
HORA: 12:00 AM
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