La tradicional quema de Judas en años anteriores les ha dado muchos dolores de cabeza a la Fuerza Pública y los Bomberos porque en algunas comunidades el asunto se les ha salido de las manos y dejado varios presos.
Martín Vargas Ávila, profesor de la Cátedra de Historia y de Formación Cívica de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), conversó con DIARIO EXTRA acerca de esta tradición y cómo se vive, más que todo en Santiago Oeste, en El Coco de Alajuela, donde se celebra desde 1940, según la recopilación de testimonios que hizo entre los residentes de este pueblo.
La quema de Judas, que se lleva a cabo entre el Sábado Santo en la noche y la madrugada del Domingo de Resurrección, y antes era tomada como parte de las actividades de la Semana Santa, en los últimos tiempos ha servido para que algunos revoltosos molesten a sus vecinos.
Hace muchos años la confección del muñeco se encargaba a uno de los vecinos, quien en días previos recolectaba ropa, zapatos, sombreros y todos los artículos necesarios para darle forma. Eso sí, todos los del barrio ponían su granito de arena.
Vargas agregó: “Después de recoger los materiales se tenía que ver cómo se armaba. Por lo general para que agarrara fuego más rápido se le ponía paja de frijol, zacate seco y trapos viejos. Para la confección de la cabeza se usaba una calabaza o una manta que luego de darle forma se le dibujaban los ojos y la boca”.
Los más ingeniosos le metían bombetas y triquitraques con la idea de alegrar el espectáculo, por lo general quienes participaban en esta actividad eran hombres, sin embargo con el paso de los años el público se ha ido diversificando.
COSTUMBRE DE ABUELOS
La quema no llegaba apenas se terminaba de armar el muñeco sino que este era paseado por las principales calles del barrio, de hecho nuestros abuelos se encargaban de pasearlo en carreta o caballo y en la actualidad lo andan en carro o moto.
El catedrático comentó: “Una historia jocosa de estas diabluras es la historia de un hombre y una mujer que no se soportaban, por lo que en una noche de quema de Judas les robaron una yegua y una banca de madera.
De manera que el Domingo de Resurrección dichas posesiones se encontraron en el patio de su enemigo, motivo por el cual a pesar de la enemistad no tuvieron más remedio que hablarse para recuperar sus objetos.
Aunque este tipo de actividades seguramente molestaban a más de uno, también se puede decir que forma parte de las prácticas socialmente legitimadas alrededor de la tradición”.
PERIODISTA: Sandra Cordero G
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Miércoles 16 Abril, 2014
HORA: 12:00 AM
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