Está legal

Pareciera que los costarricenses han encontrado un nuevo deporte de adrenalina. Que ya no bastan los muchos que se practican en los ríos y montañas del país y hasta en las fiestas de Zapote. Ahora metérsele al tren es lo que está de moda. Es increíble observar los videos en la televisión y ver los carros, las motos y hasta los peatones tirarse en la ruta del tren a pesar del pito y las advertencias que el maquinista venga haciendo. De los catorce trenes que tiene el Incofer todos han sido ya colisionados y este año se han duplicado los accidentes por invadir la vía del tren. Y todavía hay quienes se atreven a reclamar.

Pero ¿de quién es la culpa? Lo vamos a poner así de fácil: ¿Conoce alguien un tren que pueda volar, o circular fuera de los rieles a la derecha o a la izquierda…? El tren tiene derecho de vía, que es la franja asignada por ley por donde circula y que comprende en la mayoría de las rutas del país de seis a siete metros a cada lado de la vía principal. Esto se asigna por razones de seguridad y mantenimiento. Y de acuerdo a esto todas las construcciones u obstáculos que se encuentren en este espacio pueden ser removidas. Está regulada por el artículo 42 de la ley orgánica del Incofer.

Como el tren viene pegado a los rieles tiene derecho preferente de paso. Podemos definir el Derecho preferente de paso como la prerrogativa que tiene, en este caso el tren, de continuar su camino sin detenerse.

Esto quiere decir que los automovilistas, los motociclistas y los peatones tienen el deber de detenerse totalmente y dejarlo pasar. Decir que no se le escuchó o que no se le vio no es excusa. Es nuestro deber detenernos, observar bien si no viene el tren y luego cruzar la vía.

Si no lo hacemos o si nos le metemos al tren fallando en nuestro cálculo es nuestra responsabilidad. Y debemos responder por los daños que nuestra conducta provoque. El artículo mil cuarenta y cinco del Código Civil establece que todo el que cause un daño al otro está obligado a repararlo. Y no solo hablamos de los daños provocados al tren, los daños de los vehículos o personas que resulten atropelladas por su falta de cuidado y los daños a los pasajeros que puedan resultar golpeados o heridos.

Además de esto, el no detenerse ante una señal de alto tiene una multa de cuarenta y nueve mil colones.

El Incofer ha iniciado la instalación de semáforos sonoros, señales verticales de alto y también agujas que en forma de barrera bajen e impidan el paso ante la llegada del tren, en veintinueve de los setenta y dos cruces. Lamentablemente no hay presupuesto aprobado para el resto. Con este panorama no podemos atenernos a que habrá una señal que nos impida el paso ante la llegada del tren.

Seamos consecuentes ya que todos hemos solicitado su regreso como un medio de transporte más barato y eficiente. Con él nos transportamos de manera rápida sin tener que aguantarnos las presas y la contaminación de las carreteras. Al fin podemos comprometernos a llegar puntuales a nuestros trabajos y compromisos porque tenemos garantizado un tiempo de transporte. Apoyemos la modernización del país. Respetemos el tren.

*Abogada Litigante / [email protected]

Las opiniones antes expresadas corresponden únicamente al autor y no representan la posición oficial del Colegio de Abogados.

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Martes 18 Marzo, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Licda. Ana Lourdes Golcher