El despido de un trabajador por un recorte de personal en una estibadora desató la guerra y ahora los industriales están que brincan de la cólera por la posible afectación que tendrían tanto a nivel económico como de productos si se cierra el muelle de Moín en los próximos días.
Juan Ramón Rivera, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, comentó que esta no es la primera vez que se presentaría este hecho de cierre desde que la estibadora Cadesa despidió a uno de sus empleados, pues hace 20 días le pusieron candado al lugar por tres horas y eso generó pérdidas económicas millonarias.
Rivera comentó que el muchacho despedido es un agremiado del Sindicato de Trabajadores de Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Sintrajap) y ellos exigen que se restituya cuando ya fue despedido con todos los derechos de ley.
“Este no es un problema de una empresa, es un problema país donde perdemos todos. Estos cierres no solo se traducen en pérdidas sino en un daño a la imagen de Costa Rica frente a nuestros socios comerciales”, aseguró.
El presidente de la Cámara de Industrias destacó que las pérdidas van más allá del dinero, pues también se registra un daño ambiental al tener los medios de transporte que consumir más combustible.
Johnny Fung, representante de Cadesa, manifestó que lamentan la situación, pues Sintrajap trata de legitimarse dentro del sector privado.
DIARIO EXTRA intentó conocer la versión del Sindicato, pero tras varias llamadas a diferentes funcionarios no fue posible localizarlos.
