Jorge Chavarría, fiscal general de la República, dio a conocer que en 1989 murió en un enfrentamiento contra el ejército argentino en un lugar llamado La Tablada, en ese país suramericano, Roberto Vital Gaguine, el presunto autor material del atentado de La Penca, en Nicaragua, el 30 de mayo de 1984.
Gaguine, quien en aquel entonces en la conferencia de prensa se hizo pasar por un reportero gráfico sueco llamado Peer Anker Hansen, sería el perpetrador del ataque que causó la muerte de tres periodistas y dejó varios heridos.
Según Chavarría, los restos de Vital Gaguine fueron conservados y luego del reclamo hecho por sus familiares se sometieron a un examen de ADN, el cual reveló una probabilidad del 99,9993%, identificándose como los del argentino.
“Oficialmente con base en este dictamen un juez argentino ordenó la anotación de la defunción de esta persona y con eso nosotros cerramos ya de manera definitiva esta línea de investigación que señalaba a esta persona como el autor del atentado de La Penca”, declaró Chavarría.
VÍCTIMAS NO TIENEN PAZ
José Rodolfo Ibarra y Nelson Murillo, dos de las víctimas del atentado, quienes cada día recuerdan el dolor de ver a amigos y colegas fallecer, indicaron que debido a que el caso fue declarado de lesa humanidad no puede darse por cerrado.
Por el contrario, ahora hay que pensar en la probabilidad de que ante la denuncia que fue presentada en el 2005 por parte de las autoridades del Colegio de Periodistas de Costa Rica ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos existe una luz de esperanza para que ese tribunal la acoja.
“En Estados Unidos tiene el camino más allanado a ver si finalmente contesta si admite la denuncia del Colegio de Periodistas y también que diga por qué en ocho años al menos no lo ha hecho, tratándose de un caso de lesa humanidad, un caso muy sensible de ser la prensa utilizada vilmente para otros propósitos de guerra en una conferencia de prensa”, declaró Murillo.
Mientras que Ibarra fue del mismo criterio al afirmar: “Primero no podemos alegrarnos de una muerte, pero sí podemos alegrarnos y nos da un poco de tranquilidad el hecho de que se sepa el lugar donde se encuentra esta persona, siendo una tumba colectiva o no.
Eso lleva alguna tranquilidad, sin embargo como víctimas no podemos tener tranquilidad hasta tanto se haga justicia y esa justicia va a depender ahora del Sistema Interamericano de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos”.
PERIODISTA: Alexander Méndez
EMAIL: [email protected]
Martes 03 Diciembre, 2013
HORA: 12:00 AM
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