“¡A Nicaragua no le creemos nada!”. Con esa contundente expresión el canciller Enrique Castillo dejó claro por qué Costa Rica insistirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que dicte medidas cautelares que garanticen la salida de nicaragüenses ubicados al norte de Isla Calero.
Para el gobierno no tiene credibilidad el que la defensa del país fronterizo haya sostenido en las audiencias que tienen lugar en la CIJ que ya no están en la zona en disputa, por lo cual no hay razón para que el tribunal los obligue a salir.
La presidenta Laura Chinchilla calificó la posición del gobierno de Daniel Ortega como “errática, falsa y engañosa”. Además reseñó como los nicaragüenses primero dijeron que no habían hecho los trabajos en la zona de litigio y que los dos canales o caños falsos eran producto de las lluvias, ahora cambian de posición alegando que sí, pero culpan a Edén Pastora de actuar fuera de la instrucción del gobierno.
“No se puede jugar así con la justicia internacional”, sentenció la Presidenta.
El debate oral entre ambas partes culminará mañana y Chinchilla recalcó que independientemente del resultado ya es “un triunfo moral” para Costa Rica, en el que se evidencia que ha actuado amparado a la verdad.
AUDIENCIAS
La Presidenta también reprobó que Nicaragua aproveche el caso para mezclar su mal fundado reclamo de daño ambiental por la construcción de la Ruta 1856 o trocha fronteriza, la cual alegan generó más perjuicio que las obras en la zona de litigio.
“Nicaragua lo que está es usando una cortina de humo, cada vez que nosotros vamos a denunciar una violación a la soberanía ellos van con el tema de la Ruta 1856, no tienen nada más que eso, y por supuesto resulta inaceptable que se pretenda comparar los daños que ellos han hecho en los humedales al trabajo que nosotros hemos hecho en la Ruta 1856”, explicó Chinchilla.
Agregó que tras esta posición de Nicaragua, en noviembre enfrentarán nuevas audiencias, pero esta vez para definir si la CIJ ordena detener los trabajos en la trocha, como pretenden los nicaragüenses.
La mandataria enfatizó que la conducta de mala fe de Nicaragua se mantendrá, por eso espera que el próximo gobierno, el cual encontrará estos casos en curso en la Corte, no los saque de ahí a cambio de una promesa de palabra del mandato de Ortega.