En Costa Rica se es poco manso, pero no menso, señora viceministra de Descentralización y Desarrollo
El 11 del mes en curso, la viceministra de Descentralización y Desarrollo Local, Gaudy Solórzano, realiza por este medio, una exponencia maravillosa y casi creíble de los logros de este gobierno y su “excelente” desempeño, bajo el ostentoso título “Un gobierno con rumbo”, en respuesta a un comentario expuesto por otra persona días antes, criticando las acciones del gobierno Chinchilla Miranda.
Y aunque mi persona no tenga vela en el entierro en esa gresca verbal, como ciudadano de este país, debo dar mi opinión a lo indicado por la señora viceministra.
Estoy en total acuerdo con usted Viceministra, cuando declara que este gobierno ha tenido un rumbo, el problema acontecido, es que ha sido el rumbo de los desaciertos, de la ruta de lo desconocido para muchas de las personas sentadas en esas sillas de privilegio, que han tomado una serie de decisiones sin disentir sobre las repercusiones posteriores, ha sido el trayecto del descontento del pueblo ante una sucesión de acciones que cada día se vuelven más intolerables debido a la mala o pésima gestión realizada.
Se hace alarde en ese texto, de los pocos logros gestados en esta administración, con la finalidad de poner una cortina de humo ante los inmensos e innumerables errores cometidos, olvida acaso respetada señora, los conflictos derivados de la corrupción de la que se ha visto envuelta tanto la cúpula gubernamental como los entes institucionales, por mencionar algunos casos; la trocha, Recope, concesión de la carretera a San Ramón, la desvinculación entre la política económica y la política social, la cual debe ir de la mano hacia un desarrollo paralelo.
Si bien es cierto el PIB refleja números positivos, la pésima redistribución de esos capitales es uno de los motivos del aumento de la pobreza, así se diga que bajó en uno por ciento, ese dato o estudio toma en cuenta aspectos que no son relativos de la realidad costarricense, por ejemplo la gente que no estudia ni cotiza, la que tiene trabajos informales u ocasionales; así como se podrían nombrar muchísimos otros temas pero que no lo hago por razones obvias de espacio.
¿Hasta cuándo pretenden seguir dándole al pueblo de este país atolillo con el dedo? Debo decir que la decepción y el enfado manifiesto por la población ha sido abismal y prueba de ello, son los datos estadísticos de diversos censos acerca de la percepción hacia este mandato, el cual a mitad de camino ya marchaba con máquina de oxígeno ante la falta de investidura y credibilidad. No crea que las constantes marchas en este país son como la que se dio en Corea, en donde el pueblo salió a las calles como agradecimiento a la excelente labor pública, en su disyuntiva, estas han tomado un carácter de desaprobación y enojo de los diversos estratos sociales por decisiones arbitrarias que lesionan la integridad como sujetos de derechos que somos.
Desafortunadamente la realidad es otra a la que usted profesa, lamentablemente no todos vivimos en el país de Lauralandia, donde algunas personas pretenden tapar el sol con un dedo y hacer como que nada pasó o pasa (como sucede muy comúnmente), es poco el tiempo que queda y las dudas son muchas.
El panorama se ha vuelto sombrío, y ojalá, para el beneficio de los habitantes, se pueda aclarar un poco la situación, y tratar de enderezar el futuro de esta nación bendita, actualmente mal llamada democrática, término que va a ser válido en el momento en que las acciones gubernamentales generen un estado de bienestar común, beneficiando absolutamente todos los sectores en igualdad y equidad y pueda derogarse el capitalismo transgresor que acecha contra el sector más vulnerable de la sociedad.
Créame que por un segundo estuve a punto de creerle, pero al reflexionar y observar que pretende tapar un kilo de frijoles con medio kilo de arroz (a modo de símil) no me queda más que decir a lo tico, “a quién va’ engañar”.
*Trabajador Social
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Jueves 08 Agosto, 2013
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Por: Alonso Romero Díaz
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