En menos de un mes, el proyecto estrella de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) sufrió dos golpes. El primero es la orden de la Contraloría General de la República que exige la no utilización del estudio de factibilidad hecho por la empresa china Huanqiu por ser subsidiaria de China National Petroleum Compañy (CNPC).
El segundo es que la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) declararía la nulidad absoluta de la viabilidad ambiental otorgada al proyecto, debido a que el estudio de impacto ambiental (EsIA) presentado por Recope se basó en el informe de factibilidad anulado por el ente contralor.
Estas dos situaciones ponen en jaque y tienen en carreras a los funcionarios de Recope, que buscan tener -por lo menos a final de año- el nuevo estudio de factibilidad, para lo cual se hará una licitación internacional; es decir, será elaborado por una empresa ajena a los integrantes de Soresco (compañía conjunta integrada, en porcentajes iguales, por Recope y la petrolera china CNPC).
A pocas horas de que la Contraloría emitiera su resolución el 20 de junio, Jorge Villalobos Clare, desde Estados Unidos, comunicó su renuncia a la presidencia ejecutiva de Recope, puesto que ejerció desde el principio de la administración Chinchilla.
Proyecciones iniciales de Recope apuntaban que la nueva refinería tendría un costo de $1.500 millones, de los cuales $900 millones serían financiados por el Banco de Desarrollo de China y el resto debería corresponder a recursos conseguidos por las empresas que integran Soresco, en este caso Recope y CNPC.
LICITACIÓN INTERNACIONAL
José Mario Guzmán, vocero de Recope, dijo que se tomó la decisión que será un firma extranjera la que hará el estudio de factibilidad, para lo cual se abrirá un proceso de licitación internacional en los próximos meses.
“En estos momentos hay un grupo de profesionales de la Dirección de Planificación de Recope que se mantiene trabajando en los términos de referencia para este nuevo estudio.
La expectativa de Recope es que este mismo año el nuevo estudio de factibilidad esté adjudicado y con la orden de inicio dada para que empiece su ejecución.
El proyecto integral de producción de combustibles incluye una nueva refinería, cuya primera actividad será un nuevo estudio de factibilidad para cumplir así con los mandatos de la Contraloría General de la República”, aseguró Guzmán.
Una vez que se cuente con el nuevo estudio, Recope se lo entregará a Soresco como parte del aporte de capital.
TIC-TAC-TIC...
René Castro, ministro de Ambiente y Energía, comentó que el estudio de factibilidad debe estar listo en los seis meses que se le otorgó a Recope para presentar su plan B.
Al consultarle si es posible cumplir con el plazo otorgado, tomando en consideración los tiempos y procesos que involucran una licitación internacional, respondió que “ellos creen que sí porque creen que ya han invertido mucho tiempo y horas de profesionales trabajando, recogiendo la información.
Además tienen estudios complementarios con otras empresas como es el caso de Honeywell y Técnicas Unidas de España”.
CUESTIONAMIENTOS POR DOQUIER
Si bien desde antes se escuchaban algunas voces que exponían inconveniencias del proyecto de ampliación y construcción de la nueva refinería de Moín, no fue hasta que salió el informe de la Contraloría que cayó la avalancha de cuestionamientos.
Entre estos están por qué se escogió a la empresa petrolera de China para construir la obra, por qué no se permitió a otros países participar en el proceso de licitación del proyecto, los elevados costos, sumado al hecho que tras pagar el alquiler anual de $290 millones por año, durante 15 años, para un total que superaba los $4.360 millones, Recope tendría que entrar luego en un proceso de negociación para la compra de la refinería.
El hecho que Recope en su momento no pudiera determinar de cuánto sería el ahorro económico por litro al consumidor de contar con la nueva refinería causó dudas.
También el uso de recursos en almuerzos, viajes de funcionarios y autoridades nacionales a la República Popular China, personal chino en el país que recibía un pago mayor y el establecimiento de condiciones laborales diferenciadas.
Asimismo se generaron dudas sobre la aprobación de la viabilidad ambiental otorgada por la Setena debido a que el EsIA no era supuestamente para una refinería y que el desarrollar dicha actividad atentaba contra la consigna del país de ser carbono neutral, entre otras.
Para el abogado Enrique Rojas Franco “hay un conflicto de intereses tremendo. Ese proyecto no puede ir. Hay que partir de cero, hacer un concurso internacional, como lo dice la Constitución Política en los artículos 181 y 182, en el que participen Estados Unidos, Francia, que participen todos los países altamente oferentes, Venezuela mismo, Brasil también, y que se haga libre, transparente, bajo los parámetros legales, igual que la concesión de San Ramón. Es transparencia y legalidad”.
¿INTERESES DE POR MEDIO?
Tanto para el Sindicato de Trabajadores Petroleros, Químicos y Afines (Sitrapequia) como para René Castro, ministro de Ambiente, existen intereses económicos de por medio que buscan frenar la ejecución del proyecto.
En su oportunidad Manuel Rodríguez, secretario general de Sitrapequia, abogó por la aplicación de la refinería, pues se traduciría en trabajo para la comunidad limonense, pues se estima que generaría alrededor de 7 mil empleos directos e indirectos, al tiempo que ayudaría al país a refinar sus propios combustibles.
Pero también fue enfático al señalar que habría sectores interesados en el no desarrollo de la obra, pues atentaría contra sus actividades lucrativas.
“¿Por qué hay tantos ataques a la refinería? Porque estamos claros que detrás de este proyecto está el poder económico de este país, que está interesado en que la obra no se construya y en el poco tiempo vendrán las transnacionales a distribuirse los combustibles en el país, por lo que hay que tener cuidado con esto.
El sector empresarial y los neoliberales se han manifestado en contra de la construcción de la refinería. La refinería es un proyecto vital y va de la mano del gobierno”, declaró Rodríguez en su momento.
Castro enfatizó en que “hay muchos intereses de por medio. Costa Rica, hoy por hoy, invierte más de $2 mil millones en la compra de combustibles a las transnacionales (...) Si Recope no refina, hay que seguirlo comprando a transnacionales. Hay grupos interesados en que el proyecto no se lleve a cabo porque prefieren a las transnacionales que a Recope”.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
EMAIL: [email protected]
Viernes 12 Julio, 2013
HORA: 12:00 AM
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