No muy lejos de Bogotá

Editorial

Toda una polémica se ha hecho en Colombia, por la propuesta para empezar a aplicar multas por el desperdicio de agua en Bogotá, ante la situación de racionamiento que enfrentan.

Y es que en Costa Rica no estamos muy lejos. Si bien se sabe que aquí atravesamos por programas de racionamiento debido a lo obsoleto de la infraestructura, ciertamente también hay desperdicio.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sitúa a los ticos entre las poblaciones con mayor consumo de agua per cápita, al igual que a los colombianos.

Otro aspecto en el que hay coincidencia es en cómo el fenómeno de El Niño golpea la disponibilidad de agua y a ello se suma que son ricos en fuentes hídricas, pero con poca inversión.

En nuestro caso, es aún más vergonzoso estar enfrentando racionamientos en varios cantones josefinos, por no haber ejecutado los préstamos internacionales en tiempo y forma.

No miente Juan Manuel Quesada, presidente del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), cuando dice que hay problemas de gestión por resistencia de mandos medios.

Qué difícil entonces liderar en una entidad donde la capacidad de ejecutar pasa por un entuerto. Anuncian créditos para esto y lo otro, pero resulta que cinco años después no se vio la inversión.

No solo eso es negativo, pues esto tiene también un costo adicional para el país, que sale del bolsillo de todos los costarricenses, no únicamente del Estado.

Es así como nos acercamos a un escenario muy similar al que vemos en Bogotá, Colombia, donde los racionamientos llegaron a no tener agua durante todo un día cada cierto tiempo, aunque muchos dirán que ya no estamos cerca, sino igual o peor.

Tibás y Alajuelita son dos de los cantones donde no se respetan los horarios de corte y enfrentan seis horas o más sin agua cada dos o tres días, una situación ciertamente inhumana.

“Otra vez cortaron el agua”, “¿Alguien sabe a qué hora regresa el agua?”, “No tenemos agua y el recibo vino más caro”. Esto es parte de lo que manifiestan en redes sociales.

Una pregunta que nadie ha contestado es: ¿por qué tenemos racionamientos en unas zonas del país y en otras no?, ¿cuál es la explicación para que unos ciudadanos pasen por este suplicio y otros no?

¿Tendremos que llegar a establecer un consumo mínimo por mes? La crisis del agua viene, si no es que ya la estamos viviendo en algunas comunidades, mientras otras estarían en fila.

Hemos sido ejemplo en el mundo por destacar como uno de los pocos países con acceso al agua potable de manera directa, sin embargo, al paso que vamos, ¿hasta cuándo será esto sostenible?

Investigaciones académicas nos indican que 91,2% de la población tiene este privilegio. No podemos dejar que esto se revierta, en especial tras habernos convertido en un baluarte.

Aquí estamos hablando de necesidades de inversión, infraestructura, costo para el usuario y acceso al servicio. No es fácil la tarea de restablecer las condiciones de agua a las que estamos acostumbrados todos los ticos.

“Una pregunta que nadie ha contestado es: ¿por qué tenemos racionamientos en unas zonas del país y en otras no?, ¿cuál es la explicación para que unos ciudadanos pasen por este suplicio y otros no?”.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Martes 16 Abril, 2024

HORA: 12:00 AM