Inseguridad requiere análisis
Opinión
La criminalidad aumenta. Pero vemos como el abordaje de algunos no contribuye en nada, unos por error, otros por perversas intenciones políticas; en todo caso la experiencia histórica, el sentido común y el aporte de las ciencias sociales resultan ignorados. Repasemos las causas del auge criminal.
Se sabe la asociación de la violencia infantil con el desarrollo de adicciones, el suicidio y la conducta antisocial. Desde el 2011 hay auge de la violencia infantil, según estadísticas (PANI, HNN, etc.), ello puede ser peor porque muchos casos no se reportan. Esto representa un factor de importancia por el que justamente dichos males aumentan hoy día. La violencia infantil no genera delincuentes de manera automática, ni los justifica (muchos no delinquen, aunque tengan traumas), pero propende. Niños agredidos o abandonados (emocional o materialmente) por sus padres son más vulnerables, siendo ejemplo citable cuando se hallan de cara a la insidiosa persuasión de las pandillas.
Hay entes estatales que debieron evitar la agresión. Sin embargo, fallaron, junto al resto de la sociedad, que se desentendieron y por años obviaron los derechos humanos del niño. Así el combate a la inseguridad ocupa una aguda crítica y un cambio radical en el PANI, también en otras instituciones, que llevan trece años de grandes falencias (denunciadas por la prensa). Esto trasciende el juzgar al jerarca de turno, hay que analizar instituciones como un todo. No vemos a algunos diputados adoradores del sector público haciendo nada, la infancia solo les interesa para tomarla de conejillo de Indias de la ideología de género. No vemos a otros más realizando la tarea, solo piensan en febrero 2026.
La pobreza y el desempleo favorecen la delincuencia. No en vano Puntarenas, Limón, y los barrios pauperizados de la GAM son lugares con alta violencia. Solo la generación de empleos ayuda a que los individuos dejen de ser pobres. Según la izquierda el principal disparador de la delincuencia es la desigualdad social; en realidad hay múltiples causas, y en lo económico la falta de trabajo tiene un peso mayor, convoco a los economistas liberales a defender mi tesis. En Costa Rica hay múltiples instituciones encargadas de disminuir la pobreza. Han fracasado. Pero hay más. Porque sostener a esas instituciones resulta oneroso, debe mantenerse un Estado gordo. Y justamente alimentar a ese Estado, incluidos los entes “combatidores de la pobreza” implica impuestos y tramitologías, todo lo cual frustra y desincentiva a la empresa privada, la principal generadora de empleo. ¡Al crearse instituciones para “combatir la pobreza”, más bien crece! Lamentablemente muy pocos atacan las raíces económicas de la inseguridad, la mayoría prefiere el populismo legislativo y la demagogia.
Afectó la pasada política carcelaria y de migración. Gobiernos anteriores permitieron el ingreso de individuos de países con poderosas mafias, estos profesionalizaron a los delincuentes locales; el sicariato no se aprende por correspondencia (casi no existía en el país), y algunos crímenes descritos por la prensa dejan ver formación militar. Sobre las cárceles debe actuarse, resulta inadmisible que sean bases del hampa. Así empezó Ecuador. Se ocupan más prisiones, por eso debe abaratarse el costo del sistema. Que los presos paguen su manutención con trabajo y que sus familiares financien al menos parte de la alimentación (muy buena idea de Bukele), esto a su vez desincentiva el delito.
La inseguridad constituye fenómeno complejo. Asombra e indigna ver el abordaje tan simplista ofrecido con reiteración por políticos, periodistas, expertos, y hasta por científicos sociales; dado ello insistimos una vez más en el tópico. La criminalidad no disminuye obviando las variables psicológicas (auge de la agresión infantil), y económicas, como sugieren los expertos en seguridad (quienes solo ven la parte punitiva), y como proponen algunos académicos, quienes, torpe o interesadamente, ignoran conocimientos muy básicos. No es culpa de la Administración Chaves Robles, que más bien lucha por crear empleos. No se genera de un día a otro. No se soluciona con “formación en valores” y conservadurismo, tampoco dejando intacta a la institución familiar. No debe usarse para la politiquería y la demagogia, como operan algunos partidos políticos, ello resulta perverso.
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Miércoles 10 Abril, 2024
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: David Francisco Nani
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