¿Por qué un diputado apenas conocido y sin mayor trayectoria dentro del Partido Liberación Nacional (PLN) tiene a las autoridades de cabeza, a su presidente Guillermo Constenla utilizando calificativos tan fuertes como “traición” y al extremo de pedir que deje la curul?
Se trata de Daniel Ulate, que se vio envuelto en una polémica luego que el sábado 11 de enero estuvo presente en una actividad proselitista del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) celebrada por el actual alcalde de Atenas Wilberth Aguilar, quien busca la reelección.
Imágenes y hasta un vídeo del verdiblanco en dicha actividad recorrieron las redes sociales y notas de prensa.
La fiscal del PLN Michelle Chinchilla, solicitó de inmediato al Tribunal de Ética investigar al legislador, a lo que se sumó la separación de Ulate de la fracción verdiblanca.
Aparecieron declaraciones por ejemplo del excandidato liberacionista Antonio Álvarez Desanti descalificando al diputado.
Ulate se expone que quedar fuera del PLN hasta por 5 años según lo establece el Código de Ética.
INCONGRUENCIA
DIARIO EXTRA le preguntó al historiador y analista político Vladimir de la Cruz, ¿por qué las autoridades liberacionistas no reaccionaron de esa forma por ejemplo con casos sonados, como cuando Johnny Araya renunció a la contienda en la segunda ronda electoral en el 2014, dejando el camino libre para Luis Guillermo Solís?
También cuando el mismo Araya dejó el partido y luego se unió a una agrupación cristiana para llegar de nuevo a la alcaldía josefina y después regresar al PLN sin mayor obstáculo.
O bien cuando Álvarez Desanti también se fue del partido y formó casa aparte, incluso lanzando críticas para luego volver.
“Pienso que es una idiotez lo que están haciendo en Liberación, lo que hizo el diputado Ulate fue acompañar a un amigo a un acto donde fue invitado, sin comprometerse ni con el partido del amigo, ni con discursos políticos de ningún tipo que hubieran trascendido a su cubículo partidario. Eso significa que no hay consecuencia con los dirigentes de Liberación, que han criticado esa acción, pero en el pasado no muy lejano se han dado situaciones más complicadas que tal vez merecieron una sanción drástica que no se hizo”, afirmó de la Cruz.
El historiador recordó también a Rolando Araya (hermano de Johnny) quien también se había ido del partido, fundó casa aparte y hace poco regresó y fue incorporado al comité político liberacionista.
“Viendo estos casos uno encuentra una incongruencia con respeto a lo ocurrido con el diputado Ulate que no se fue del partido, ni ha hablado mal del mismo, no ha actuado contra el partido, mientras que estos casos sí lo hicieron desde otras tiendas políticas”, señaló el analista.
“Los casos más patéticos son los de Antonio Álvarez Desanti y Johnny Araya. El primero que en el 2006 se va de Liberación, habla pestes del partido y contra Óscar Arias y luego regresa para ser candidato y solicita el apoyo de Arias, que se lo da generosamente, pero en ese sentido no hubo acciones de la dirigencia”, recordó de la Cruz.
“Luego el caso de Johnny cuando se retiró de la campaña dejando un caos tremendo a lo interno del PLN, termina sancionado moralmente se va del partido y luego enfrenta al PLN y ya de nuevo como alcalde solicita volver. Entonces cuando uno ve estas cosas no se entiende por qué hay una reacción tan fuerte contra el diputado Ulate, si es un clavo político o si significa un estorbo para otros legisladores”, agregó.
CONTEXTO
Para el politólogo Sergio Araya también hay que analizar el contexto que encierra las elecciones municipales y que de alguna forma las autoridades del partido buscan dar un golpe de autoridad para evitar por ejemplo lo ocurrido con el alcalde Araya que arrastró a simpatizantes cuando abandonó el partido y como algunos alcaldes del 2016 hoy se fueron a otras agrupaciones.
“Para la ciudadanía que no está involucrada en las filas partidistas no lo aprecia de esa manera. Podría resultar contraproducente esta aparente firmeza que se quiere mostrar cuando en momentos recientes figuras del partido que incluso dan declaraciones condenando al diputado, fueron protagonistas de situaciones iguales o peores. Esto le puede resultar un arma de doble filo al partido”, comentó el politólogo Araya.
Ulate ha dicho que su intento para aprobar una ley que impongan un mecanismo de trazabilidad sobre bebidas alcohólicas tiene molesto a la industria del país y alega que a lo interno de su fracción muchos han cedido a esas presiones.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
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Lunes 20 Enero, 2020
HORA: 12:00 AM
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