Bagdad. (AFP) - Los políticos que negocian la formación de un nuevo gobierno en Irak continuaban este lunes bajo la presión de los manifestantes, que denuncian sin descanso al poder y a su aliado iraní reclamando derribar el conjunto del sistema político.
El poderoso general Qassem Soleimani, enviado iraní para los asuntos iraquíes, está de regreso en Bagdad, indican responsables a la AFP, señal de que Teherán está decidido a no perder su influencia en Irak.
Un desplazamiento que Estados Unidos, otro aliado de Irak pero enemigo jurado de Irán, ve como la manifestación del "nerviosismo" del régimen iraní que "interfiere en la política iraquí", según las palabras del secretario de Estado estadounidense adjunto para Oriente Medio, David Schenker.
Este lunes continuaron las reuniones entre partidos políticos, que incluso comenzaron antes de que el Parlamento aceptase formalmente la dimisión el domingo del primer ministro Adel Abdel Mahdi.
Con el Parlamento más heterogéneo de la historia reciente de Irak, la formación de un Ejecutivo será un delicado ejercicio de equilibrios, ya lo fue hace 13 meses, cuando Abdel Mahdi se puso al frente del gobierno.
Pero esta vez habrá que convencer a más partes, empezando por Irán, país cuya influencia no deja de crecer y "no cederá fácilmente", según Harith Hasan, especialista en Irak.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
EMAIL: [email protected]
Martes 03 Diciembre, 2019
HORA: 12:00 AM