¿Cuál es la alternativa?

Opinión

Acusar a alguien porque dijo cosas que no gustaron a los acusadores y no acusar a quienes realmente hacen indebidos, con ley o sin ella, nos parece una forma muy peculiar de ocultar las grandes realidades que nos envuelven como sociedad. Que estamos mal, es un hecho comprobado. Que no hay salidas visibles, también es una realidad no refutada. Que todos hablamos mal de todos, es parte del Pura Vida. Pero acusar a quienes tienen la valentía de hacer la denuncia pública y la convocatoria a salir del atolladero en que nos tienen metidos, reitero, es desde la perspectiva social, una estupidez. Hacerles juicios a las personas porque protestan o condenar a algunos dirigentes porque tienen la valentía de decir las cosas como son y no como el sistema quiere que sean, sería el detonante del estallido social. No importa cuántos nos levantemos, porque yo me incluyo, pero estoy seguro de que quienes lo hagan lo harán con plena conciencia y deliberada voluntad (por menos motivos, las sociedad se han levantado y no precisamente bloqueando vías). El iniciar una revuelta es una cosa predecible, en tiempo, en forma y en modo; terminar una rebelión, nadie sabe ni cuándo ni cómo. Tampoco, nadie sabe el costo que aquello significa.

Debemos encontrar salidas a los males que lastiman a nuestros pueblos, ya sean estos urbanos o rurales. Sector público o sector privado. Debemos hacer esfuerzos por que se cambie el rumbo que lleva nuestro Gobierno ( ya está demostrado con números el descalabro económico y social en que estamos inmersos). Y, si para evitar que el barco se hunda, la gente debe ir a la calle, horas o días, eso es mejor que las alternativas: Agachar las orejas y hacer de la pobreza impuesta un hábito, o que algunos valientes se alcen en armas y entonces sí será otra historia.

Ahora las dirigencias sociales solo están promoviendo manifestaciones para asuntos reivindicativos puntuales. No están conspirando contra el poder. Están exigiendo a los Gobernantes una gobernanza incluyente, transparente, participativa, honesta y, lo más importante, respetuosa de todos los derechos constitucionales, mismos que ya están siendo violados en distintas formas y momentos: El derecho al trabajo (porque no hay). El derecho al crecimiento económico (porque estamos en quiebra y ya los salarios no alcanzan ni para cubrir las necesidades básicas). El derecho a la alimentación (porque si no hay ingresos, no habrá comida). El derecho a la propiedad privada, porque quien no paga a los banqueros usureros, se la quitan y, además, el Estado secuestró grandes espacios territoriales vedando el derecho a sus propietarios, de utilizarlos como medios de crecimiento económico (sistema de áreas protegidas) y, paralelo, los grandes capitales creciendo y sin pagar impuestos.

A los que, sirviendo de testaferros, hacen demandas a los dirigentes, deben decirle al pueblo de Costa Rica, si el sistema no quiere hacer los cambios necesarios para corregir los males, y la pobreza arrastra a las grandes mayorías, ¿cuál es la alternativa?

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 16 Septiembre, 2019

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Ulises Blanco